miércoles, 12 de junio de 2013

Abogado denuncia "anomalías" ante exigencia del carnet de inpreabogados

Desde hace tiempo por razones de enfermedad y de edad, deje el ejercicio profesional como abogado, sin embargo, tuve que asistir a una amiga en un tribunal a estampar una diligencia, allí, me exigieron que mostrara EL CARNET DEL INPREABOGADO como identificación que demostrara o acreditara mi condición o carácter de abogado. Como hace tiempo que extravíe mis documentos personales, entre ellos tal “carnet”, y por  no considerarlo necesario, no renové tal credencial. Al respecto le informé a quien me lo exigía que no lo tenia, pero que como abogado perteneciente a una corporación que agremia a los profesionales del derecho, al igual que todos los colegiados en las distintas profesiones existentes en país, la identificación de los miembros colegiados debería ser por la credencial que para tal fin expide el respectivo colegio, en el caso de los abogados, pues, la identificación como tales tenia que ser con la CREDENCIAL que al efecto expide cada uno de los Colegio de Abogados de cualesquiera de los estados de la Republica, como entes que por ley tienen tal atribución, como claramente lo especifica el Ordinal 9º. del articulo 41 de la Ley de Abogados,  y no con la tarjeta de afiliación al sistema de previsión social que expide el Inpreabogado.
Le explique también, que el Instituto de Previsión Social del Abogado, como su nombre lo indica, es una institución exclusiva de seguridad social cuyo objeto esta claramente definido en el articulo 75 y siguientes de la antes citada ley.
    El caso es que después, de tantas explicaciones,  parece que la persona que me exigía tal requisito se fastidió y como una concesión de gracia  permitió que me identificara con el Carnet expedido por el Colegio de Abogados de Caracas, antes del Distrito Federal. Quiero poner de presente para evitar dudas, que en la diligencia a estampar indique tanto el Nro. de Inpreabogado como el del Colegio.       
     Todo lo anterior lo traigo a colación, porque para quienes están y estuvimos en el ejercicio de la profesión, tanto en los escritos por ante los tribunales como en las actuaciones personales ante los mismos y en alguno que otro organismos públicos,  nos exigen, como instrumento para que se nos identifique como profesionales del derecho, el mal llamado “Carnet”, que expide el IPSA, para identificar a los miembros que están inscritos en el mismo.
No es mi intención el de hacer una exégesis de la Ley de Abogados y de su reglamento, esto lo hago como una DENUNCIA  porque personalmente afecta mis intereses, y porque en general, y lo que es mas importante, que los órganos de administración de justicia,  incluyendo nuestro máximo tribunal, no solo admiten esta anomalía y anacronismo, reminiscencia del extinto “Montepio de Abogados”, sino que lo exigen como requisito formal o legal.  
Los Colegios de Abogados en Venezuela son corporaciones de derecho público,  entidades con personalidad jurídica y patrimonio propia, reconocidos por el Estado por lo que goza de reconocimiento publico, con fines y objetivos propios claramente definidos en la Ley, tal cual lo establece el articulo 33 que los regula, e integrados por la colegiación obligatoria de quienes hayan obtenido el titulo de abogado y que aspiren a ejercer como tales esa  profesión  u  oficio.
Por el contrario, el Instituto de Previsión Social del Abogado, es una entidad que tiene EXCLUSIVAMENTE como fin, objetivo propósito o desiderátum, lo referente a la PREVISION SOCIAL de sus agremiados conforme a lo estipulado en el artículo 75 y siguientes de la Ley de Abogados.  La previsión social, es entendida como un sistema que subsiste con los aportes, contemplados en la ley.
De todo lo anterior se deduce,  colige e infiere, que a los Colegios de Abogados le compete todo lo referente al ejercicio del derecho como actividad profesional, incluyendo LA EXPEDICIÓN DE LA CREDENCIAL que no solo identifica al que lo detenta, como miembro o agremiado del colegio, sino lo que es mas importante, que certifica, atestigua, afirma, acota, y rubrica, que el portador del mismo es abogado y en consecuencia, persona autorizada para el ejercicio profesional del derecho conforme a las disposiciones legales que regulan la materia.        
Por otra parte, para que el respectivo Colegio de Abogados expida la credencial  como miembro del mismo, es obligatoria la inscripción previa en el Inpreabogado, por lo que el abogado efectivamente inscrito en un Colegio, queda facultado para ejercer como tal, la profesión del derecho, tal cual lo estatuido en el artículo 10 de la supra citada ley.
Por lo anteriormente expuesto, con la debidas consideraciones, PIDO a los Presidentes de los Colegios de Abogados que INFORMEN o NOTIFIQUEN a los órganos de administración de justicia, a los organismos públicos y a la colectividad en general, que el documento idóneo, legal y formal que acredita a los abogados como tales, y en consecuencia, para la actividad y ejercicio profesional,  es conforme a lo establecido en el Ordinal 9º. De la Ley de Abogados, la CREDENCIAL expedida por aquellos, y de  manera alguna la tarjeta de afiliación al sistema de previsión social que expide el Inpreabogado.-      
EL HÁBITO ES COMO UN CABLE; NOS VAMOS ENREDANDO EN ÉL CADA DÍA HASTA QUE NO NOS PODEMOS DESATAR
(Horace Mann (1796-1859) Educador estadounidense)
ATENTAMENTE
AMABLE ANTONIO VILORIA
Ced. Id. V-2.070.178
Colegio de Abogados de Caracas Nro.5.687
Inpreabogado Nro. 9.209

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