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lunes, 5 de septiembre de 2011

CAPITULO IV: EXHUMACIÓN FRUSTRADA

El caso del asesinato y posterior traslado del ex-sargento de la gloriosa Guardia Nacional Bolivariana pica y se extiende. En el día de hoy un equipo de Expediente Público acudió al cementerio de Barcelona a presenciar el protocolo de exhumación de Harold Molina Maracay y, pese a que estaban presentes un numeroso grupo de familiares, vecinos, ex compañeros del joven funcionario, NO ASISTIO  el Fiscal 47 del Tachira sin cuya presencia no podía procederse a la exhumación.
Lo insolito del caso es que los altos  jerarcas del CICPC y la GNB estaban "dateados" de que el mencionado Fiscal no asistiría, sin embargo el informante "olvido" poner en aviso a la solicitante de la exhumación, es decir a la madre del joven asesinado en extrañas circunstancias.

NOTIFICACION RECIBIDA POR GRISELIA MARACAY DONDE SE LE INFORMABA SOBRE LA ORDEN DE EXHUMACIÓN DE LOS RESTOS DE SU HIJO.

Tumba donde reposan los restos mortales del joven funcionario de la GNB.

Amigos, excompañeros de Harold y funcionarios presentes en el frustrado acto de exhumación.

¡Justicia! Claman en una sola voz familiares, amigos y ahora el pueblo de Anzoátegui.

La valiente madre de Harolod, Griselia Maracay no descansará hasta que paguen los responsables de tan macabro crimen.
 VIDEO DE LA ENTREVISTA DE CRISELIDA MARACAY TRANSMITIDO EN EL PROGRAMA ALO CIUDADANO.

viernes, 26 de agosto de 2011

¿Quién asesinó al SM2 Harold Molina Maracay? II Parte

GUARDIA. Era el sargento de segunda (S2) de la GN, Harold José Molina Maracay. Oriundo de Anzoátegui. Tenía 7 en el CORE-1 adscrito al D-13 en Colón. Su cadáver aparece en las montañas de Las Guabinas, sector Guarumito del municipio Ayacucho, Táchira. Él y dos militares más fueron asignados por el Ministerio Público para tomar fotos sobre la tala indiscriminada de árboles en la montaña. Los tres militares oyen una moto sierra y mandan al S2 a investigar.

 Los otros dos habrían escuchado un grito y un tiro. Cuando van a ver Harold había desaparecido. ¿Por qué no fueron con él? ¿Cómo es que el cuerpo del muchacho aparece cuatro días después? Habría un testigo de que el S2 Harold Molina consiguió a una persona aserrando. Sacó la pistola y le dio la voz de alto. Por detrás llegó otro. Fue cuando el que estaba aserrando le paso la motosierra por el cuello.
Luego le dispararon. Harold era reconocido como un oficial intachable. Y como en esa frontera no son los intachables los que abundan, familiares de la víctima sospechan que tras esa historia hay algo turbio. Pide que la Guardia Nacional, el Ministerio de la Defensa y el presidente Chávez les hagan justicia.


jueves, 28 de abril de 2011

Degollaron a un Guardia Nacional en el Táchira

Luego de cuatro días de desaparecido, este sábado, en horas de la mañana, fue encontrado degollado y abaleado el sargento de segunda Harold José Molina Maracay, quien había ido al lugar atendiendo una denuncia en la comunidad de Guarumito, aldea Las Guabinas del municipio Ayacucho. lanacion.com.ve
Molina fue encontrado por una comisión mixta GN, Cicpc y DIM, que desde el momento de su desaparición activaron un dispositivo de búsqueda, y lo hallaron en una zona boscosa con una herida cortante en el cuello y una herida de bala en el hombro izquierdo. Su arma de reglamento permanecía en el sitio así como también su uniforme.
El martes pasado Molina Maracay, acompañado por dos guardias nacionales más, fue a atender una denuncia en el sector Las Guabinas relacionada con la tala ilegal de madera por sujetos desconocidos. Luego de la inspección, dos de los efectivos deciden regresar. Sin embargo, el sargento asesinado probablemente fue más allá y se encontró con otras evidencias que motivarían su asesinato.
Pasadas las horas y al ver que Molina no regresaba, alertaron a los superiores, por lo que se activó un plan de búsqueda desde el pasado martes hasta este sábado en horas de la mañana, cuando el cuerpo del efectivo fue encontrado en estado de descomposición, con signos de degollamiento y con una herida de bala. Se presume que Molina fue secuestrado y llevado a otro lugar donde le dieron muerte y posteriormente fue trasladado al lugar del hallazgo.
Durante los días de búsqueda se apersonaron en el lugar, el comandante del Destacamento de Frontera número 13, Isidro Lugo Becerri; el segundo comandante del Core 1, Alexis Espinal Fernández y altos efectivos del Cicpc delegación San Cristóbal. Sobre los hechos ninguna autoridad militar ha declarado. Se espera la versión oficial.

Noticias Relacionadas

Bajo interrogatorio un testigo del crimen del guardia nacional

Un testigo que supuestamente vio cuando mataron al sargento de la Guardia Nacional, estaría siendo interrogado por las autoridades, con el propósito de esclarecer el hecho.

Aunque no se reveló de quién se trata, si es un civil o no, fuentes militares aseguraron que el testigo ocular del asesinato de Harold Molina Maracay, de 31 años, maneja importante información al respecto, y por ello preservan su identidad e integridad.

También se conoció que el sargento de segunda Molina Maracay, además de haber sido abaleado y cortado en varias oportunidades, sufrió traumatismo encefálico.

Luego de las primeras investigaciones en torno al asesinato, las autoridades coinciden con la madre del militar ultimado, Criselia Maracay, en el sentido de que la víctima fue emboscada en medio de las montañas de Las Guabinas, donde lo torturaron y luego le quitaron la vida.

Harold Molina, quien estaba adscrito al Destacamento de Fronteras número 13 con sede en Colón, fue localizado hace una semana en estado de semidescomposición, luego de estar desaparecido por cuatro días, cuando en compañía de dos funcionarios se encontraba cumpliendo una orden de un tribunal, inherente a la tala indiscriminada en esa zona montañosa.

Ese martes 5 de abril, en horas de la tarde, luego de detener a unos supuestos infractores, Molina Maracay se internó nuevamente en la montaña al escuchar el ruido de una motosierra, que provenía de allí. Instantes después, sus compañeros escucharon un disparo y un grito en demanda de auxilio de parte del sargento, pero al acudir en su ayuda, ya no lo hallaron.

Entre la vegetación quedó una cámara fotográfica que el militar usaba para fijar, en gráficas, la acción devastadora de la tala indiscriminada; sin embargo, ya no había ninguna pista de su paradero.

Un amplio dispositivo de búsqueda, en el cual participaron hasta 200 hombres, se inició horas más tarde. La zona fue completamente "peinada" durante cuatro días, hasta que finalmente, el sábado, en horas de la mañana, localizaron su cadáver entre la espesa vegetación.

Junto al cadáver hallaron su pistola de reglamento, sus dos teléfonos celulares y su cartera o billetera, aún con dinero, por lo que inmediatamente se descartó como móvil el robo. (MB)