Mostrando entradas con la etiqueta María Borrego. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta María Borrego. Mostrar todas las entradas

sábado, 25 de febrero de 2012

UTOPÍAS DE BORREGO: se fue mi viejita María Borrego


No fue la mujer que me parió, pero como si lo fuera. Junto con la que me trajo al mundo, sin un minuto alejada la una de la otra, luchó para que no pasáramos desapercibidos por la vida. Espero no haberla decepcionado. Porque ella fue una mujer batalladora. Faltaban apenas 46 días para cumplir 99 años y esperaba esa fecha con la fruición de un niño travieso.
María Borrego fue una connotada dirigente política en el único partido al que unió su nombre (URD) al lado de insignes nombres como el de Domingo Guzmán Lander, Alirio Ugarte Pelayo, Antonio Bello Valera, Jaime Rolingson Herrera y tantos que sería una lista infinita de mencionar. Ella ocupó una dirección regional en el partido de Jóvito y en su condición sindical fue la primera mujer en Venezuela en acceder al Consejo Consultivo de la CTV. 

Fue enfermera. Una gran enfermera como la califican médicos para los cuales trabajó. Una mujer de extraordinaria sensibilidad humana, social y moral que jamás hizo ni siquiera un leve adversario. Para ella lo importante era sembrar amistades y su generosidad se hizo un estandarte en esta ciudad.
Pero por encima de todo fue una madre imposible de superar en ese magnífico rol que ella supo conjugar con el trabajo en la calle para levantar a la familia. Una madre capaz de ser la verdadera amiga ante cualquier adversidad y la que primero aplaudía ante la más mínima señal exitosa. Llevaba el nombre, el amor y el afecto de sus cinco hijos tan adherido a su corazón que no podría haber existido una conducta distinta a la que supo ejercer con hidalguía toda su vida.
Hoy, 23 de febrero, el mismo día en que nació su primogénito, nuestro hermano mayor, fallece agobiada por lesiones coronarias que no pudieron ser superadas, ni siquiera por las maravillosas manos de su nieto y las de otros médicos con la experticia suficiente para salvar vidas en peligro extremo.
María Borrego (María del Valle Borrego Cedeño) fue, al lado de sus hermanas, el más grande blasón que yo haya conocido. Inmensa ella en el más amplio sentido de esta acepción. Fue luchadora como pocos. Infatigable. Alegre. Cordial. Humana. Y muy bella. Dios debe tenerla la su lado por siempre. Amén.