Alberto “El Chino” Carías, máximo referente del MRTA Tupac Amarú, la
temible organización armada del chavismo, amenazó a quienes se manifiesten
contra Maduro.
“Si la democracia venezolana, al igual que en el 2002, se ve afectada
por un golpe de estado, lo digo de manera responsable, como presidente del
MRTA, nosotros vamos a sacar nuestras armas, nuestras capuchas”, afirmó Carías
durante una entrevista con EUTV.net.
“Tenemos las armas, pero las tenemos guardadas. Están en manos de otras
organizaciones revolucionarias del hemisferio”, agregó.
El dirigente chavista aseguró que durante los sangrientos
enfrentamientos del jueves, que terminaron con tres personas muertas, dos de
ellas, estudiantes, su organización estuvo presente, pero sin armamento. Sin
embargo, las imágenes televisivas y el registro fotográfico captaron a
presuntos integrantes de los Tupamaros disparando contra la multitud, que
protestaba contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Pero lejos de reconocer su participación en los hechos de violencia, “El
Chino” acusó a la dirigencia opositora. “Teníamos información desde dentro de
la marcha de la oposición, que venía liderando (Henrique) Capriles Radonski,
Leopoldo López, María Corina Machado, Cerro Prendío y Bam Bam de Bandera Roja,
que traían armas de mediano y largo alcance, bombas molotov y objetos
contundentes para generar la violencia que sucedió”, dijo durante la
entrevista.
Sin embargo, en una implícita refutación a sí mismo, reconoció que el
MRTA permaneció en el lugar “como un solo bloque para defender las
instituciones, la democracia, por encima de todo, y tratando de evitar que se
reeditara el 11 de abril (de 2002, cuando un intento de golpe de Estado
desalojó temporalmente a Hugo Chávez del Palacio de Miraflores)”.
“Nosotros estábamos tratando de contener (…) porque el objetivo de ellos
era avanzar hasta Miraflores y crear un enfrentamiento entre el pueblo chavista
y el opositor”, dijo. No precisó qué medios utilizaron para lograr esa
“contención”.
Cuando le preguntaron por los muertos, no supo precisar quién pudo
haberlos asesinado. “Nosotros no te podemos decir si fue el Sebin, si fue la
Guardia, o quien haya sido, lo lamentable son las tres muertes. Evidentemente
que las autoridades nacionales tienen que investigar y tienen que ir presos los
culpables”.
A pesar de todas las evidencias que muestran sus lazos con los poderes
gubernamentales, Carías desmintió que recibieran financiamiento. “A nosotros
nadie nos paga, nosotros somos revolucionarios de convicción. El Gobierno no
apoya lo que hacemos”, sostuvo.
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