Algunos estudiantes del Núcleo de
Anzoátegui de la Universidad de Oriente (UDO) han vivido la desagradable
experiencia de ser robados dentro de ese campus y de los propios salones de
clases.
El recinto educativo dejó, hace
tiempo, de ser un lugar seguro. Los delincuentes tienen allí mucho que “buscar”
y lo encuentran. A ellos no les importa si los 100 bolívares que le quitan a un
alumno era todo lo que tenía para comer en la semana.
“Estábamos en clase de
Matemática, acá en la Unidad de Cursos Básicos, cuando entraron tres malandros
a robar”.
El caso de Marianny Llanos fue
compartido. Ella junto a 30 de sus compañeros enfrentó minutos de terror.
“Eran las 5:15 de la tarde más o
menos. Los tres chamos nos apuntaban con sus pistolas, ellos fueron pupitre por
pupitre hasta que no quedó nadie sin entregar algo”.
Luego de ordenarle al docente que
se acostara en el piso boca abajo, uno de los delincuentes dijo una frase que a
la udista no se le olvida: “Estudien mucho muchachos, hasta la próxima”, dijo
el ladrón.
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