CAPITULO V: LA EXHUMACIÓN DE HAROLD.

EXPEDIENTE PÚBLICO. Continuando con el seguimiento del caso que ha estremecido a la opinión pública del oriente del país y ya hoy conocido a nivel nacional, el vil asesinato del joven sargento de la Guardia Nacional Bolivariana , Harold Molina Maracay, un equipo de Expediente Público asistió al Cementerio General de Barcelona y estuvo presente durante la exhumación del cadáver de este portocruzano, asesinado en el estado Táchira en el cumplimiento de su deber como oficial de nuestra gloriosa Guardia Nacional sin que hasta la fecha exista un pronunciamiento oficial por parte de este cuerpo armado ni sus autoridades al extremo que para la fecha de esta publicación no existe siquiera un solo indiciado de la muerte del sargento cuando todo apunta a que se trató de una muerte por encargo del llamado "Cartel de los soles" que opera a sus anchas en esta parte del país.

Expediente Público tras los pasos de quienes están involucrados en este horrendo crimen.

Barcelona.- DIARIO EL TIEMPO. Expertos forenses del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) exhumaron ayer los restos del sargento mayor de la Guardia Nacional Bolivariana, Harold Molina Maracay (38 años), en el cementerio municipal de Barcelona. 

Los especialistas revisaron el cadáver en busca de evidencias que permitan esclarecer el homicidio del militar, registrado el pasado 6 de abril en  La Fría, estado Táchira. 

El procedimiento se hizo por solicitud de la madre de Molina, Criseida Maracay, quien acudió a la Fiscalía General de la República en demanda de justicia.

La exhumación  del sargento se efectuó  en presencia de la juez de Control I del estado Anzoátegui, Evelin Osuna; y de los fiscales XLVII y III del Ministerio Público, Harold Ocando y Karina López.
Maracay contó que su hijo Harold Molina  trabajó 19 años  en el Comando Regional N° 7 de Puerto La Cruz, de donde fue transferido al Core 1 de San Cristóba

Pueblo y familiares exigen justicia para este horrendo crimen.

INFORME PRESENTADO A LA DIM DE LOS HECHOS OCURRIDOS SEGÚN INDAGATORIA DE LA MADRE DE HAROLD MOLINA MARACAY 

Caratula del informe, para leerlo completo pinche AQUÍ

(Transcripción) El jueves 07 de abril de 2011, siendo  aproximadamente las tres de la tarde (03:00 PM)  recibí  llamada a mi celular, de un compadre de mi hijo, informándome que lo habían llamado de la ciudad de San Cristóbal, la esposa de mi hijo la Sgto. Mayor de 3ra CARMEN ZULEY VARELA, adscrita también al comando regional Nro. 01,  diciéndole que  mi hijo: HAROLD JOSÉ MOLINA MARACAY, quien  había salido el día anterior (MIÉRCOLES 06 DE ABRIL) a realizar una inspección, en compañía de dos Sargentos, y que supuestamente desapareció. Inmediatamente me puse en contacto con ella,  para que me informara al respecto, comunicándome la misma que sí era cierto preparé viaje para la ciudad de San Cristóbal, en compañía de mi hermana ROSA FIERRO MARACAY,  llegando al día viernes 08 de abril, a las seis y treinta de la tarde, recibí  llamada del cuñado de la esposa de mi hijo, participándome que iba a estar una persona esperándome en el terminal, para llevarme al Puesto Fronterizo Guarumito en la fría, donde me esperaba el  Comandante del Destacamento de Fronteras N° 13, Teniente Coronel  JOSE ISIDRO LUGO BECERRIT, quien deseaba hablar conmigo.

Llegando  al sitio en cuestión, pasadas las nueve de la noche (09: P.M.)  fui atendida por el Comandante Lugo Becerrit, reuniéndonos en el Despacho de ese Puesto, mi hermana ROSA FIERRO, la esposa de mi hijo y yo,  de inmediato el  Comandante  mandó a buscar  al  Sargento Ayudante de Primera,  JAIME SOTO y al Sargento Mayor de Tercera Alexander Quijano Díaz, yo les exigí que me explicaran lo sucedido, ordenándole el Comandante al Sargento SOTO, que me explicara cómo sucedieron los hechos. 

El Sargento JAIME SOTO me informó que habían salido a realizar una comisión, a petición de la Fiscalía del Ministerio Público, a tomar unas fotos, relacionada con la tala de árboles, y que una vez en el sitio, mi hijo HAROLD,  había tomado dichas fotos, y que cuando se disponían a regresar, escucharon el ruido de una moto sierra, bajando los tres al sitio, al llegar allí se encontraron con dos jóvenes, que en efecto, tenían una moto sierra prendida, pero que resultó, que lo que estaban haciendo era reparando una cerca, que los retuvo para identificarlos, y que seguidamente se escuchó el ruido de otra moto sierra, y que mi hijo HAROLD, bajó a ver, preguntándole:

PREGUNTA: ¿Por qué Ud. mandó a mi hijo solo, si la comisión era de tres?

RESPUESTA SOTO: “Al momento no me percaté porque estaba tomando los datos de las personas retenidas, pero que el Sargento ALEXANDER QUIJANO DÍAZ sí se había percatado y yo mismo lo envié por su hijo…” “además cuando iba bajando el Sargento QUIJANO DIAZ, escuchó  un disparo y un grito de su hijo llamándolos, e inmediatamente realizó dos disparos con el FAL que portaba, llamando al Sargento SOTO para que bajara, y al bajar éste,  los dos lo buscaron y no localizaron al Sargento Molina por ninguna parte.”

PREGUNTA: Sargento SOTO, ¿mi hijo portaba FAL?,

SARGENTO SOTO: “No. Su hijo portaba pistola y nosotros fal. Nosotros regresamos  al Puesto en busca de apoyo, y al volver al sitio, buscamos hasta caer la noche y no apareció el Sargento Molina.”

De inmediato le pregunté al Comandante JOSE ISIDRO LUGO, que sí  ya habían sido interrogados los dos supuestos detenidos con la moto sierra, respondiéndome que sí, pero que esos muchachos habían sido puestos en libertad por cuanto no habían cometido delito, sólo reparaban una cerca, pero que no obstante, sí hacía falta su testimonio, pueden ser fácilmente localizados, ya  que eran del pueblo y todos se conocían.

Al notar la situación un poco extraña, yo le notifiqué al Comandante LUGO, que yo conocía muy bien a mi hijo, que él tenía 20  años de servicios en la Guardia Nacional, que no era ningún novato,  para bajar solo, que sí bajó fue porque alguien se lo ordenó, en eso me dirijo al Sargento Ayudante  SOTO,  diciéndole: “Si es usted el que baja solo, mi hijo inmediatamente lo sigue, y que si hubiese sido él el que oye el disparo, no se retira del sitio hasta encontrarlo, a lo que me respondió: “Señora nosotros lo buscamos y todavía seguimos buscándolo, el Comandante LUGO, me manifestó que desde el día anterior (JUEVES 07 DE ABRIL), una comisión integrada por más de doscientos hombres  del Grupo GAE, C.I.C.P.C. y  GUARDIA NACIONAL peinaron la zona, siendo infructuosa la búsqueda, reiniciando la misma el día VIERNES 08 DE ABRIL, sobrevolando la zona un helicóptero de esa Fuerza, así como por  tierra, no encontrando a mi hijo HAROLD JOSE MOLINA MARACAY, es cuando le manifiesto al Comandante...

El martillo Divino recaerá sobre los culpables del asesinato de Harold Molina Maracay.