(Tomado de la mesa del periodista José Ángel Borrego.) En épocas de David De Lima y Nelson Moreno, antes de iniciar la construcción del mercado de buhoneros, personalmente recomendé a ambos que evitaran la donación de los locales a los vendedores informales que invadían las calles de la ciudad, por diversas razones entre las que destacan los pingües beneficios que genera este mercadeo y que se estaría privilegiando un sector por encima de otros igual o más necesitados. Ambos, con su obsoleto estilo político, prefirieron asumir la vía demagógica y creer que los votos que allí existen serían para ellos, cosa que aunque así fuera no justifica la donación de dineros públicos a un segmento privilegiado por la corrupción política. No sólo regalaron el edificio “La Gracia de Dios” (que es más bien gracias a la imbecilidad) sino que lo dotaron de aire acondicionado, servicios que no pagan y mantenimiento que debe asumir la alcaldía.Un titular de prensa hoy trae el reclamo de un directivo de los buhoneros porque el edificio “está abandonado”.
Es decir que estos señores que no pagaron sus locales, no pagan impuestos, no pagan condominio y apostamos que tampoco pagan servicios, exigen que el Estado provea todo lo necesario para que el centro comercial cuya propiedad legal está en el limbo sea una joya gratuita. Si a esos señores se les hubiera vendido cada local a un precio, aunque fuere simbólico, tendrían la obligación de acopiar un ingreso por vía condominial para resolver sus problemas personales, porque de eso se trata.
No son problemas de la comunidad, ni de la municipalidad y menos del Estado. Son asuntos que deben resolver mancomunadamente todos los propietarios de locales como Dios manda. Hay una vieja máxima criolla que reza: “Todos los día sale un pendejo a la calle y quien lo encuentra es suyo”. Los buhoneros del país, porque es un mal extendido a todas las ciudades, nos encontraron a los pendejos contribuyentes y decidieron exprimirnos por vía de los analfabetas funcionales que elegimos y permiten esa extorsión en nombre del futuro voto. Un somero examen a la mayoría de los buhoneros permitirá conocer que 90 % y más gasta en promedio Bsf 100 y más al día en loterías.
¡Oh! ¿AHORA QUIÉN PODRÁ DEFENDERNOS? |
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