lunes, 29 de octubre de 2012

Frutero mató a su mujer y luego se quitó la vida en arrebato de celos

José Gregorio Figueroa, de 33 años, asesinó a Zamira del Valle Figueroa, de 23 años, en su residencia, ubicada en el barrio San Ignacio de San Diego, municipio Sotillo.
El Tiempo.- Un crimen pasional enluta a una familia de la zona norte del estado Anzoátegui. El lamentable suceso se registró la noche de ayer domingo en la calle La Pedrera del barrio San Ignacio de San Diego, municipio Sotillo.
El vendedor de frutas José Gregorio Figueroa, de 33 años, mató a su esposa y prima, Zamira del Valle Figueroa, de 23 años, delante de sus dos hijas de cinco y dos años de edad.
Luego del asesinato, José Gregorio trató de ahorcarse en la escalera de su casa, pero se rompió el mecate de donde se colgaba. Como no logró quitarse la vida de esta forma, tomó una escopeta y se dio un tiro en el pecho.
La detonación la oyó a las 8:30 de la noche de ayer el carpintero Jesús Alberto García, pero no salió de su residencia, situada al lado de la de su tío José Gregorio, porque a esa hora llovía en el sector.
En la mañana de hoy lunes, un adolescente de 14 años entró por el patio de la vivienda de la pareja. En el solar vio el cadáver de José Greorio que yacía boca abajo. Luego García y otros vecinos observaron el cuerpo de  Zamira  con heridas abiertas en el rostro, cuello y hombro izquierdo y solo vestía un bikini.
En el sitio se apersonaron funcionarios del cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalístias (Ccipc) que colectaron un machete, una escopeta marca Covavenca y tres cartuchos calibre 12.
Levantaron los cadáveres y los llevaron a las 9:29 de la mañana de ayer a la morgue del hospital Luis Razetti de Barcelona.
El ama de casa, Migdalia Figueroa, contó que  Zamira tuvo a su primogénita con su primer esposo que era educador.  La joven llevaba tres años viviendo con José Gregorio.  “En ese lapso cambió mucho, se volvió callada y tímida”, dijo Figueroa.
Contó que el pasado viernes ellos fueron a Cumanacoa, en el estado Sucre, al rosario de su pariente, Juan Carlos Henríquez, de 32 años, quien murió en esa localidad.   Indicó que la pareja  salió de Cuamanacoa a las  4:00 pm para regresar a su domicilio en San Diego.

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