Más sucio, imposible luce el mercado de Puerto La Cruz ¡Aunque Ud. no lo crea!

Cada una de las cuatro calles que lo bordean el mercado de Puerto La Cruz están tan deterioradas y colapsadas que se hace difícil el acceso en vehículo y hasta a pie.

El Tiempo.- No son los vendedores ni los carretilleros los que reciben a los visitantes del mercado municipal de Puerto La Cruz, es la basura y las cunetas llenas de agua con malos olores los primeros que saltan a la vista y al olfato cuando se llega al lugar.

Cada una de las cuatro calles que lo bordean están tan deterioradas y colapsadas que se hace difícil el acceso en vehículo y hasta a pie, porque si no se pasa unos cuantos minutos en cola buscando un puesto para dejar el carro, hay que estar pendiente al caminar para encharcarse lo menos posible.  

Es más, si va en zapato cerrado mucho mejor.

El comerciante Pedro Guerrero señaló que la calle más “accesible” es la avenida del Paseo Miranda. “Por allí siempre hay cola, pero fluye con la ayuda de la policía municipal de Sotillo que cuida para que los choferes y transportistas respeten el corredor vial”, dijo el señor mientras compraba unas piñas.

Cada vez peor

Al dar la vuelta por la calle Venezuela, el caos es superior. Siempre hay cola, y cuando se llega a la esquina de esta vía, cruce con la calle Esperanza, la imagen es terrorífica. Basura por todas partes, no sólo bolsas y envases plásticos, también hay verduras podridas, frutas malogradas y hasta restos de animales.

Aunado a esto, en la misma calle Venezuela, casi llegando al cruce con la Dividive, hay en plena vía un bote de aguas blancas que emana como una fuente, de allí corre el agua hasta la calle Esperanza y deja a su paso lagunas y más lagunas que acumulan todo tipo de desechos. Y así venden empanaderas, fruteros, jugueros y buhoneros.

También, hace casi dos semanas (el miércoles se cumplen las dos), la Alcaldía de Sotillo raspó para colocar asfalto, pero no han regresado, según contó una vendedora de mercancía seca, que se identificó como Rosa González.

“Esto es un desastre, aquí no vienen a limpiar y ya tenemos varios días con ese bote de aguas blancas que tiene anegada toda la calle”, comentó la doña, mientras espantaba las moscas que revoloteban por su tarantín.