En Anzoátegui, durante los últimos tres períodos de gobernadores, ha
quedado a un lado la discusión y actualización de la convención
colectiva del magisterio.
EL TIEMPO.- Fue en el año 2000, durante la gestión
del entonces gobernador Alexis Rosas, la última vez en que los gremios
del magisterio, dependientes del Ejecutivo del estado Anzoátegui,
firmaron su contrato colectivo. Esta convención caducó a los dos años.
Por
ello la desactualización de la normativa laboral totaliza 10 años, lo
cual evidencia que este punto ha quedado en el olvido y fuera de la
agenda de quienes han ocupado la silla en el Palacio de los Jardines.
Desde
la época de Rosas (1998-2000) han transcurrido tres períodos de
gobierno: uno de David De Lima (2000-2004) y dos de Tarek William Saab,
quien ganó para el período 2004-2008 y fue reelecto para el 2008-2012.
Esta
es la razón por la que gremios opositores del magisterio, entre ellos,
el Sindicato Único del Magisterio (Suma), Sindicato de Trabajadores de
la Enseñanza (Stea), Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema) y
Federación Nacional de Trabajadores de la Educación de Venezuela
(Fenatev), llevan cerca de dos años de constantes protestas en las
afueras de la Gobernación de Anzoátegui.
La no discusión del
contrato regional ha traído como consecuencia que, desde hace cuatro
años no ha habido aumento de sueldos, ajuste en los beneficios ni mucho
menos cumplimiento de las cláusulas sociales. Esto afecta a cerca de 5
mil educadores, entre activos y jubilados, y de acuerdo con los
sindicatos, sus esperanzas están puestas en las elecciones de
gobernadores del próximo 16 de diciembre (16-D).
El
presidente de Sinvema, Pedro Luis Rodríguez, refirió que cuando asumió
David De Lima canceló la firma del contrato del año 2000, entregó 100
casas a los educadores en la urbanización Constantino Maradei, en
Barcelona, y llevó de 8 mil a 15 mil bolívares el servicio de
Hospitalización, Cirugía y Maternidad (HCM).
De Lima también
honró unos beneficios sociales y pagó el aumento salarial de 50%, según
el instrumento laboral. Sin embargo, según Rodríguez, la situación de
los maestros empeoró en los últimos ocho años, es decir, durante los
mandatos de Tarek William Saab.
El presidente de Suma, José
Gregorio Reyes, detalló que Saab pasó el HCM a Bs 25 mil y sólo dio en
2007 y 2008 aumentos salariales por decreto de 30%, es decir, muy por
debajo de lo que reza el contrato.
Un maestro tipo I, que puede
ser recién graduado o hasta con tres años de servicio, actualmente
percibe Bs 2.129,69 por 33,33 horas de trabajo, mientras que el educador
de máxima categoría, que es el tipo VI (con maestría, postgrado y 25
años de servicio) cobra Bs 3.156,40, sin deducciones.
Los Técnicos Superiores Universitarios (TSU) en Preescolar ganan Bs 1.689,99 el tipo I y Bs 2.185,09 el tipo VI.
La
referida tabla salarial, según Reyes, es la misma desde hace cuatro
años. Denunció que aunque el Ejecutivo regional ha informado que los
maestros se benefician del contrato colectivo del Sindicato de Unión
Gremial de Empleados Administrativos de la Gobernación de Anzoátegui
(Sugreganz), todo ha quedado en palabras.
La cláusula N° 25 de
Sugreganz establece que se pagará de acuerdo con el índice de inflación
registrado al cierre del año anterior. Es decir, en 2009 corresponde
30% y 27% en 2010 y 2011.
“Tarek no ha hecho nada por el
magisterio, ni ha tenido la voluntad política de discutir el contrato.
Por eso le exigimos que nos pague antes de que se vaya de la
gobernación”, expuso Reyes.
El presidente del Sindicato Nacional
de la Fuerza Unitaria del Magisterio (Sinafum), Orlando Pérez, dijo
estar consciente de la mora contractual.
Refirió que una de las
directrices del Gobierno nacional era la firma de los contratos y así
se cumplió para los docentes que dependen del Ministerio de Educación
y en esa misma línea debía ser ajustado el de los regionales.
En
el estado Anzoátegui, dijo Pérez, el gremio sostuvo varios encuentros
con el secretario de Gobierno, Rafael Vega, sobre el tema y aunque
mostraron disposición, debieron haberlo concretado, por ser un derecho
de los trabajadores.
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