Eliécer Otaiza mete las manos en el fuego por Chávez, porque
-asegura - el Presidente de la República sí se ha percatado de la
importancia de luchar contra la corrupción.
Caracas.- Eliécer
Otaiza, el polémico dirigente revolucionario que ha hecho del combate a
la corrupción una cruzada personal (en la que incluso ha arriesgado su
vida, acota siempre), está hoy dirigiendo un instituto de recreación
municipal, dependiente de la Alcaldía de Caracas. A primera vista, se
trata de un castigo, aunque él no lo toma así sino como una oportunidad
de oro para trabajar directamente con el poder popular. A sus 47 años,
este excampeón sudamericano de natación -reconocido por el gobierno de
los EE UU como el mejor atleta de las Fuerzas Armadas a finales de los
años 80- nada 5 kilómetros diarios, o lo que es lo mismo, entre 100 y
300 piscinas cada 24 horas.
Asombrosamente, un gran atleta. ¿Podrá obtener en la política los mismos lauros?
Chávez en su lugar
-Teodoro
Petkoff dijo esta semana que para un hipotético gobierno de Henrique
Capriles sería muy fácil superar al de Hugo Chávez porque este no habría
construído grandes obras, excepto el nuevo viaducto de la autopista
Caracas-La Guaira. ¿Podría tener razón?
-Chávez,
sin duda alguna, tiene un puesto en la historia y cada quien lo verá
de acuerdo con su óptica y sus intereses, pero en lo económico tiene el
mérito de haber recuperado a Pdvsa y los precios del petróleo y los
dólares ingresados los puso al servicio del pueblo. Desde el punto de
vista militar, cambió toda su doctrina, logrando transformar el
pensamiento militar, dirigiéndolo hacia la independencia de los grandes
centros de poder. En lo social hay que acreditarle la inclusión y la
participación popular. Hay otros logros pero el principal sería la
independencia ideológica y política para construir nuestra propia
doctrina bolivariana y revolucionaria.
-Pero
el director de Tal Cual se refería a la construcción de obras
monumentales que queden en la memoria colectiva durante generaciones.
-Chávez
recibió este país en miseria y quebrado. La población ha aumentado en
casi 50 % desde que llegó al poder en 1999. La gran obra de Chávez es la
social, en salud y educación, pero déjame decirte que en construcción
ha roto el récord de Pérez Jiménez, que es el gobernante venezolano más
reconocido como desarrollista de obras públicas. y, además, Chávez lo ha
hecho en democracia. En construcción de vías Chávez ha aumentado el
número de autopistas -la de Maracaibo a la frontera con Colombia, la de
San Carlos a Barinas, la Falcón-Zulia y la que corre hacia la frontera
con Brasil por el estado Bolívar. En el Servicio Nacional de
Contrataciones se puede obtener la cifra de empresas nacionales que
trabajaron en ellas y la cantidad de millardos de dólares que se han
gastado en vialidad. Eso sin contar el segundo y el tercer puente sobre
el Orinoco, el segundo puente sobre el lago, los metros de Caracas,
Maracaibo y Valencia, los teleféricos y todo el sistema ferroviario que
se está construyendo. Y el plan de viviendas lleva miles de casas
construidas o en construcción.
-Una
revolución tiene tradicionalmente dos componentes: la violencia
-controlada o no- y la opinión pública. Esta revolución es pacífica,
democrática y participativa, lo cual es un reto para evitar o controlar
el conflicto. Eso hace que la atención se dirija a lo social, lo cual
obliga a que, cuando tenemos que informar, la prioridad se dé a la
participación popular y no a la propaganda de obras. Este es un
paradigma que estamos creando, enfrentado al paradigma liberal que,
básicamente, es hacer propaganda sobre la propiedad. Es un reto
revolucionario.
-Usted
declaró que había que ser duro, sin complacencias, frente a la
corrupción. Propuso una constituyente judicial que no obtuvo respaldo
gubernamental e intentó hacer carrera política en Carabobo y tampoco
logró apoyo. ¿Se siente como la voz que clama en el desierto en el tema
de la corrupción?
-Un
revolucionario siempre tiene luchas y convicciones que pueden ser
vistas como solitarias. Sin embargo, un revolucionario que tenga
relación con el pueblo, cuando se pronuncia lo hace movido por el
impulso popular. Yo dirigí el Servicio Nacional de Contrataciones y fui
implacable en materia de contrataciones públicas. Envié miles de casos a
la Contraloría General de la República para su evaluación. El problema
de la corrupción no es un problema moral: es político. La desviación de
fondos públicos trae conflicto social. La escasez de recursos ocasionada
por el robo provoca manifestaciones, demandas y rupturas. Por eso es un
problema político.
-¿El presidente Chávez se ha percatado de la importancia política de luchar contra la corrupción?
-Sí
se ha percatado y lleva su lucha con buena parte de su equipo. Por
ejemplo, en la compra de los sistemas de armas para la Fuerza Armada, el
Presidente se apersonó para evitar intermediarios y sobreprecios. El
control del dinero del tesoro, como Jefe de Estado, le da conocimiento
de los ingresos, los costos y los egresos, lo que le permite hacer
seguimiento y certificar la buena inversión pública. Pero no depende
todo del Presidente y sus ministros. También actúa lo que he llamado “el
gobierno paralelo”.
-¿Qué es eso?
-Son
funcionarios en cargos de confianza y que manejan recursos financieros
-están en cargos de compras, contraloría y administración, y así tienen
contacto con empresarios privados con los cuales hacen negocios:
sobreprecio, mala calidad de obras y servicios. La corrupción es una
simbiosis entre el funcionario y el empresario -desde proveedores
hasta banqueros que pagan porcentajes por las colocaciones. Hoy en día,
este gobierno revolucionario tiene una banca pública que no cae en este
tipo de prácticas o tiene un mayor control sobre ellas. Son muchos los
ejemplos de lucha contra la corrupción pero también hay casos de
impunidad que dependen de instituciones como la Fiscalía, la Contraloría
General de la República y los tribunales.
-¿Se
siente marginado dentro del Psuv? Mencionó con orgullo su honesta
labor en el Servicio Nacional de Contrataciones pero aquí está,
dirigiendo un instituto de recreación. ¿Acaso lo apartaron?
-No. Uno se aparta o se margina si uno quiere. Tengo enemigos políticos dentro de la revolución.
-¿Qué le cobran?
-Haber
estado en el Servicio Nacional de Contrataciones y haber denunciado
procedimientos administrativos incorrectos a la Contraloría, por lo cual
creamos ronchas en muchos conocidos. O haber sido director de la Disip y
enfrentarme a Miquilena y su maquinaria política, o a todo el gobierno
golpista del 11 de abril. Todo lo malo que vea en la revolución lo
denuncio, lo enfrento y exijo corrección.
-¿Y le hacen caso?
-Batallo
para eso y no me rindo ni negocio, pero tengo la madurez política de mi
responsabilidad revolucionaria y no me presto a estar como un loco
denunciando en los medios de comunicación social. Voy a los órganos
competentes. En el partido he denunciado muchos, muchos casos por
escrito y nunca me han importado las descalificaciones personales que me
han hecho.
-Al oírlo hablar tan apasionadamente contra la corrupción, uno estaría tentado a dudar sobre su voto el 7 de octubre.
-La
oposición siempre intenta usarme y crear dudas sobre mí. Soy como un
cheerleader para ellos: se entretienen y disfrutan con mis críticas.
Pero el primer crítico de las cosas mal hechas en la revolución es el
presidente Chávez. Por eso es mi apoyo incondicional hacia él. Lo he
demostrado en todos los terrenos y en todos los tiempos, aun ante el
peligro de muerte.
De perfil
Eliécer Otaiza nació en Valencia el 7 de enero de 1965. Licenciado en 1987 en Ciencias y Artes Militares, mención Terrestre, especialidad Armamento, pronto enrumbó sus pasos hacia el estudio de la política. Obtuvo un magíster en Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar y actualmente cursa el doctorado en la Universidad Central de Venezuela, enfocando sus investigaciones en lo militar en la filosofía republicana y liberal de Venezuela y la ideología bolivariana.
Su carrera política está jalonada por hitos importantes: fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, director de la Disip desde 2001 hasta el 7 de febrero de 2002, presidente de la Comisión Extraordinaria de Alfabetización Misión Robinson, presidente del Ince en el bienio 2003-2004, presidente del Instituto Nacional de Tierras de 2004 a 2005, presidente del Servicio Nacional de Contrataciones de 2006 a 2008, presidente de la Corporación de Servicios Municipales de la Alcaldía de Libertador, coordinador general del Terminal La Bandera y, actualmente, presidente del Imdere.
Sus intereses deportivos jamás los ha descuidado: ocupó el puesto undécimo en el mundial de Natación en 1996 y hoy es presidente del Programa de Natación Terapéutica.
Eliécer Otaiza nació en Valencia el 7 de enero de 1965. Licenciado en 1987 en Ciencias y Artes Militares, mención Terrestre, especialidad Armamento, pronto enrumbó sus pasos hacia el estudio de la política. Obtuvo un magíster en Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar y actualmente cursa el doctorado en la Universidad Central de Venezuela, enfocando sus investigaciones en lo militar en la filosofía republicana y liberal de Venezuela y la ideología bolivariana.
Su carrera política está jalonada por hitos importantes: fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, director de la Disip desde 2001 hasta el 7 de febrero de 2002, presidente de la Comisión Extraordinaria de Alfabetización Misión Robinson, presidente del Ince en el bienio 2003-2004, presidente del Instituto Nacional de Tierras de 2004 a 2005, presidente del Servicio Nacional de Contrataciones de 2006 a 2008, presidente de la Corporación de Servicios Municipales de la Alcaldía de Libertador, coordinador general del Terminal La Bandera y, actualmente, presidente del Imdere.
Sus intereses deportivos jamás los ha descuidado: ocupó el puesto undécimo en el mundial de Natación en 1996 y hoy es presidente del Programa de Natación Terapéutica.
"...Tengo la madurez política de mi responsabilidad revolucionaria y no me presto a estar como un loco denunciando en los medios de comunicación. Voy a los órganos competentes”.
Única aspiración: Hacer revolución
Quienes crean que su actual cargo de presidente del Instituto Mu- nicipal de Deportes y Recreación (Imdere), dependiente de la Alcaldía de Caracas, es una suerte de ostracismo político que le han impuesto a Eliécer Otaiza, se equivocan, aclara él mismo.
“Esta es la responsabilidad más importante que he tenido en toda mi carrera política, porque está directamente relacionada con el pueblo y el poder comunal. Demanda y exige a diario un comportamiento revolucionario. Soy de la opinión de que no se pueden tener cargos nacionales sin haber pasado por cargos municipales o comunales”.
Interrogado sobre sus ambiciones políticas dentro de la estructura del Psuv, responde, sencillamente: “No tengo aspiraciones de cargos. Nunca las he tenido. Estoy donde el pueblo y la revolución bolivariana me necesiten. Y a las órdenes de Hugo Chávez, especialmente como combatiente. Yo no aspiro a cargos: yo aspiro es a hacer revolución”.
Quienes crean que su actual cargo de presidente del Instituto Mu- nicipal de Deportes y Recreación (Imdere), dependiente de la Alcaldía de Caracas, es una suerte de ostracismo político que le han impuesto a Eliécer Otaiza, se equivocan, aclara él mismo.
“Esta es la responsabilidad más importante que he tenido en toda mi carrera política, porque está directamente relacionada con el pueblo y el poder comunal. Demanda y exige a diario un comportamiento revolucionario. Soy de la opinión de que no se pueden tener cargos nacionales sin haber pasado por cargos municipales o comunales”.
Interrogado sobre sus ambiciones políticas dentro de la estructura del Psuv, responde, sencillamente: “No tengo aspiraciones de cargos. Nunca las he tenido. Estoy donde el pueblo y la revolución bolivariana me necesiten. Y a las órdenes de Hugo Chávez, especialmente como combatiente. Yo no aspiro a cargos: yo aspiro es a hacer revolución”.
"Son muchos los ejemplos de lucha contra la corrupción, pero también hay casos de impunidad que dependen de instituciones como la Fiscalía, la Contraloría General y los tribunales”.
EL AMIGO OTAIZA ESTA MEANDO DEMASIADO AFUERA DEL PEROL, ES VERDADERAMENTE SORPRENDENTE ESCUCHAR CIERTAS DECLARACIONES DE DISEQUÉ POLÍTICOS, "POR SUPUESTO QUE LA CORRUPCIÓN ES UN PROBLEMA DE MORAL" MUY DISTINTO ES QUE LOS FUNCIONARIOS DESHONESTOS, CORRUPTOS Y BANDIDOS A LA GENERALIZADA CORRUPCIÓN LA HAYAN CONVERTIDO EN UN PROBLEMA POLÍTICO. ESO IMPLICA QUE LA FALTA DE MORAL SE HAYA CONVERTIDO EN UN PROBLEMA POLÍTICO. "¿ME ENTENDIÓ AMIGO OTAIZA"
ResponderEliminarEste caballero,después que Chaves lo distanció (por decirlo de una forma elegante), pareciera que vivió en otro planeta, ¿Acaso el ha pasado por el tercer puente del Orinoco o el segundo puente sobre el Lago de Maracaibo? ¿Porque será que algunas personas hablan tanta paja? o ¿será que de repente nos apendejeamos? ¿será acaso que no se ha dado cuenta del viacrucis en viajar por las carreteras del país?
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