Congestionamiento vial, inseguridad y fallas de los servicios
públicos son problemas con los que convive el anzoatiguense. El turista
ve ese “caos” y no regresa.
El Tiempo.- A finales de los años 80’ el sueño
anzoatiguense era no tener que depender únicamente de la actividad
petrolera, sino aprovechar las bondades que representaba su privilegiada
ubicación en el oriente venezolano para convertirse en un destino
turístico obligatorio para criollos y extranjeros.
Los años pasaron y los proyectos se llenan de polvo en los archivos de diferentes entes públicos.
En
eso coinciden los especialistas del turismo y el ciudadano común, “Nos
quedamos subsistiendo de Pdvsa y con la bahía de Pozuelos contaminada.
Si nosotros queremos salir corriendo de aquí cuando tenemos vacaciones,
para escapar del caos, cómo vamos a esperar que un turista venga”,
resume el jubilado José Jaramillo, quien desde hace 40 años vive en la
zona alta porteña.
No todo está perdido, señalan la consultora
Tamara Malaver y el arquitecto Hernán Canela -miembros del proyecto
Pensar en Anzoátegui que dirige el Colegio de Ingenieros- la clave
estaría en evaluar ¿qué pasó? ¡ a dónde queremos ir? y ¿cómo lograrlo?
Como
apunta Canela, el desarrollo industrial trajo como consecuencia el
incremento en el flujo de visitantes que por una parte regularizó el
índice anual de la ocupación hotelera, pero generó un aumento en la
población residente y, por ende, la aparición de nuevos asentamientos
urbanos, en su mayoría no planificados. De esta forma la demanda de los
servicios públicos se incrementó y se deterioró la calidad de vida, la
imagen urbana y el espacio turístico.
“Por otro lado las
autoridades municipales y estatales desviaron la vista hacia la
industria petrolera, generadora de impuestos fáciles, relegando a un
segundo plano el aspecto turístico como factor generador de empleo y
desarrollo sustentable”.
Más que campañas
“Nos
hemos sentado y le hemos dicho (a las autoridades) que no solo los
hoteles deben mejorarse, sino las ciudades. Hay congestionamiento
vehicular, servicios pésimos y el traslado de Margarita a Puerto La Cruz
(y viceversa) es un caos, las islas ya no dan para más y no se han
explotado otras opciones de diversión y entretenimiento. Allí está el
Parque La Sirena, cerrado desde hace tiempo. Los bingos, que eran un
atractivo de la zona, fueron clausurados. En los 90’, Anzoátegui tenía
las mejores discotecas, hoy es otra la realidad”, destaca Caporale, sin
restar importancia a otros factores como la baja demanda y la calidad de
los hoteles.
Según Carla Brandani, gerente de Mercadeo &
Ventas del Hotel Punta Palma, “sin duda alguna los estándares de los
hoteles de la zona están por debajo de otras ciudades de Venezuela”.
Caporale
refiere en ese sentido que el sector hotelero está de manos atadas en
cuanto a los recursos, a lo que atribuye el hecho de existan los
mismos hospedajes desde hace 15 años o más.
“Si bien el
gobierno ha hecho el intento de entregar una cartera de créditos, el
problema es la burocracia. Basta con que no tenga el informe de los
bomberos al día y te lo niegan. Entonces, tienes que perdirle el dinero a
la banca con intereses altos. Si te vas por la vía del Ministerio de
Turismo, tampoco es expedita y eso hace más lento recuperar la
inversión”.
Aguas adentro
La
demanda de turismo tanto interno como externo también ha sido analizado
por el gremio hotelero anzoatiguense, pues también han surgido
acusaciones en su contra de dar preferencia a los corporativos antes que
al turista tradicional.
Hasta hace 10 años -según el
presidente de Ahotanz- podían recibir personas que llegaban a Anzoátegui
a pasar un fin de semana diferente y aprovechar las distracciones. Hoy
resulta una sorpresa ver a una familia llegar a un hotel y lo más que
pernocta es tres días.
Debido a la baja, el sector hotelero ha
tenido que buscar otras alternativas para asegurar sus ingresos como el
alquiler de salones para fiestas y los brunch.
Carla Brandani señala que en la actualidad el mercado corporativo es el segmento más importante para la hotelería porteña.
Ahotanz tiene una explicación a esta situación.
Su
presidente, Franco Caporale, relata que en 2008 hubo “un bajón
significativo” de la demanda. Los turistas extranjeros no querían venir
por la supuesta inseguridad jurídica, mientras que los nacionales
estaban afectados por la recesión . “¿Qué hicieron los hoteleros?
recurrieron al corporativo para subsistir, aunque los ingresos sean
menores porque se les da descuentos”.
Todos los entrevistados
fueron claros en que la voluntad política es la clave para generar
cambios. “La solución no estriba en la propuesta de planes específicos.
Desde hace más de 20 años, los gremios, profesionales y funcionarios
del estado han realizado propuestas a tal fin, concretándose igualmente
soluciones parciales en el mejor de los casos”, señala Canela, quien
recomienda definir el Turismo como Línea Estratégica y Transversal
en el desarrollo de Anzoátegui, tome las decisiones desde el nivel
estatal hasta el comunal.
Anzoátegui vs Margarita
Carla
Brandani, gerente de Mercadeo & Ventas del Hotel Punta Palma,
apunta que Anzoátegui no está en igualdad de condiciones para competir
con la isla: “Margarita, no solamente tiene muchas más camas que la zona
sur de Anzoategui, lo que hace que el precio esté de acuerdo a un tema
de oferta - demanda. Además, el producto manejado por la mayoría de los
hoteles en la isla es todo incluido. En Puerto La Cruz no hay ningún
hotel que ofrezca este servicio, ya que nos hemos convertido en destino
casi exclusivamente corporativo .
12 mil camas
en
el estado fueron contabilizadas por la Corporación Anzoatiguense de
Turismo (Coranztur) en 2006, con motivo de la realización de juegos de
la Copa América en Puerto La Cruz. Es el último censo con el que cuenta
el gremio hotelero.
30 hoteles
forman
parte de la Asociación de Hoteles del estado Anzoátegui (Ahotanz). Según
el presidente de esta organización, Franco Caporale, la mayoría se
concentra en la zona norte del estado. “Existen los mismos hoteles desde
hace 20 años”.
Opciones
Mencionó Gabriel
Laclé (presidente de la Cámara de Turismo), que en los últimos cinco
años ha aumentado el número de posadas y casas de alquiler que brindan
atención a turistas. Las que prestan este servicio prefieren no hablar,
por temor a sanciones.
Anzoátegui no pasa el examen
“Ni
Anzoátegui como entidad, ni Venezuela como país han tenido un buen
desempeño como destino turístico. No se aprovechan las ventajas que
ofrece el turismo para generar empleo y trabajo a la población”. Es lo
que concluye Tamara Malaver, miembro de Pensar en Anzoátegui.
En la corresponsabilidad de los actores está la clave para entender qué ha faltado.
Un
estado verdaderamente turístico -sostiene Malaver- tiene atractivos,
accesibilidad, servicios turísticos de calidad y ciudadanos dispuestos a
brindar un servicio de calidad, responsable y consciente del papel que
tiene en la conformación de la imagen del destino turístico. “Todo ello
dirigido y coordinado con visión sistémica por gerentes proactivos y
funcionarios públicos comprometidos con el interés colectivo de la
comunidad por encima de intereses personales o partidistas”.
Más
allá de destacar problemas o acusar, Malaver dice que los actores deben
preguntarse: ¿qué han hecho para promover el turismo en el Estado?,
¿por preservar los recursos naturales de la entidad?, ¿por valorar el
patrimonio histórico cultural? y por respetar a la comunidad cuando
emprenden proyectos que afectan su calidad de vida y que también afectan
al visitante. “Nadie sale de su casa sólo para comer y dormir. El
turismo es una experiencia y nadie sale de su casa para tener malas
experiencias.
Malaver es licenciada en Relaciones Industriales
con magister en Gerencia de Empresas. En su currículo destaca que es
profesora invitada de la Universidad de Oriente, con más de 15 años
ligada a la consultoría turística y coordinadora del Centro Auguto
Mijares.
En lo económico
Desde 2009
existe la Ley de Crédito para el Turismo, que establece que las
entidades bancarias destinen entre 2,5% y 7% de su cartera de crédito
para asegurar el desarrollo turístico, acota la especialista en el área,
Tamara Malaver, al referirse a la inversión económica. “Sería
interesante preguntarle al sector empresarial si han optado por este
tipo de financiamiento”.
13 hoteles
seis
marinas, la Compañía Anónima Venezolana de Teleféricos y la
Superintendencia de Actividades Hípicas son administrados por el
gobierno nacional. “Los esfuerzos oficiales se centran en el Desarrollo
Endógeno del Turismo, social y comunitario, con un enfoque más hacia la
recreación que hacia el turismo como actividad económica generadora de
empleo”, señala la consultora Tamara Malaver.
¿Suficiente?
En
el informe Competitividad en Viajes y Turismo 2011 del Foro Económico
Mundial, Venezuela ocupó el puesto 21 entre los 23 países
latinoamericanos evaluados, “superando a Bolivia y Paraguay”, apunta la
consultora en turismo, Tamara Malaver. Los estados miembros del
Mercosur se ubicaron en los nueve primeros lugares. Venezuela ocupó la
posición 106 del ranking de 139 naciones.
¿Y el saneamiento?
“El
turista no es tonto. Cuando pasa por el Paseo Colón ve las tuberías de
aguas negras que van al mar, sin contar el olor. Obviamente, luego no
quiere regresar”, recalca Guillermo Sifontes, estudiante universitario.
Tiene 18 años y nunca se ha bañado en la bahía de Pozuelos por la
contaminación. “Es un bello lugar, pero descuidado”, apunta.
Basura para regalar
La
acumulación de basura es otro problema que “afea” las ciudades de la
zona norte, especialmente Barcelona y Puerto La Cruz. “Las autoridades
solo ponen excusas, pero ¿por qué en Lechería y Guanta hay limpieza? Hay
falta de equipos más el colapso del vertedero, afirma el porteño Luis
Mijares. “Como turista, lo pensaría para venir”.
Más tiempo en colas
“Las
colas son un karma”, sentencia el taxista Kelvin López. Ese problema,
según el conductor, espanta al turista, porque no quiere pasar sus
vacaciones, sorteando el caos y los huecos que además tienen las
carreteras de la entidad. “Si no consigue un choque, cae en un hueco o
hay una manifestación. El pan diario”.
A oscuras y con calor
El
buhonero Joaquín Hernández sostiene que las fallas eléctricas espantan
al turista. “En todo el país se va la luz, en unos lugares más que en
otros. Pero, si uno vive ese problema en su casa, no va a querer ir a
otro lugar donde pasará lo mismo o algo peor. En Anzoátegui vivimos a
oscuras. Yo no vendría a pasear para acá”.
Manos arriba
La
seguridad personal debe ser garantizada para impulsar el turismo, según
los hoteleros y comerciantes consultados. El turista debe sentirse más
seguro y según el jubilado Alejandro Vallera, eso debe ir acompañado con
la presencia policial en las calles, el control de los indigentes y la
iluminación pública. “La gente se sentiría mejor”.
Orden y más orden
El
centro de Barcelona y Puerto La Cruz debería ser como en otras ciudades
turísticas, punto obligatorio de visita. “Eso pasa en Margarita, por
ejemplo. Pero, qué van a venir a buscar aquí en la zona norte, cuando
los buhoneros no dejan espacio ni para caminar. Aparte de las motos y el
caos con los carros”, comentó Nicanor Contreras.
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