El Norte.- Son muchas las personas que, durante horas, deben hacer largas
colas para poder ingresar a algún establecimiento comercial de la zona
norte del estado Anzoátegui para hacer mercado, sin embargo los
consumidores se quejan de que, después de estar varias horas bajo el
sol, en ocasiones no saben si encontrarán el producto que buscan.
- ¿Y esta cola para qué es?
- No sé, ojala sea pollo.
Y así se inicia el “viacrucis”, de muchos anzoatiguenses, de hacer
una cola que en ocasiones se extiende hasta por 15 horas para llevar los
rubros de la cesta básica al hogar.
La desesperación por conseguir los alimentos a precios regulados,
lleva a los usuarios a “vivir una travesía”. En un sondeo realizado por
el diario El Norte, en las colas de los diferentes supermercados de la
zona metropolitana, se constató que en la mayoría de los casos los
ciudadanos llegan a las puertas de los supermercados por lo menos dos
horas antes de iniciar la atención al público y “no se sabe qué van a
vender”.
Tal es el caso de Carolina Farrera, el ama de casa, quien se
encontraba con un paraguas en la cabeza para protegerse del sol a las
afueras del Bicentenario en la avenida Jorge Rodríguez, contó que a
pesar de no saber qué productos encontrará en el abasto acude al lugar
hasta tres veces a la semana.
En algunas ocasiones Farrera logra llevar pollo o harina, pero hay
días que no corre con la misma suerte. “Esto ya se ha vuelto costumbre y
ese es el temor que en particular tengo”, dijo.
Precisó que a pesar de hacer una cola por más de cinco horas durante
la mañana del sábado no logró llevar nada a su hogar; sin embargo,
continuará buscando en otras partes.
La de mil lochas
Cada vez que el ama de casa y empleada doméstica, Marisela Millán,
recibe su pago quincenal de Bs. 1.500 no sabe ni qué comprar ni a dónde
ir a buscar los productos. “Mis hijas trabajan y estudian pero con todo
eso, vamos todos los días a cualquier supermercado a ver qué tienen y
qué van a vender, aunque no tengamos información de si habrá algo”.
Pero el recorrido diario que hace esta familia no sólo incluye la
visita al establecimiento comercial, también dos largas colas que deben
“calarse”: una para saber qué expenderán y otra para pagar. “Ya la
escasez no es noticia, lo nuevo es que ahora también hay que hacer colas
para ver qué productos llegaron a los negocios y a veces hasta caerse a
puños con los que no quieren hacer colas o guardarle productos a sus
amigos”, contó Rodríguez.
Desgaste
Por su parte el anzoatiguense, Gustavo Pérez, expresó que
semanalmente invierte entre 10 o 12 horas en busca de harina de maíz, de
trigo, margarina, pollo, carne, papel higiénico a precio regulado. A
pesar de varios “ruleteos”, no logra tener la despensa de su hogar
llena.
Apunta que en el comercio informal tampoco se consiguen con facilidad
y si los encuentran deben pagar por ellos hasta el triple del costo
oficial.
También se ha vuelto rutina que en los despelotes que se forman en
estos locales cuando llegan los productos regulados que “juegan al
escondite con los consumidores”, más de un comprador se vaya a los
puños con otro para obtenerlos.
pero con que facilidad se encuentran las cosas en los mercados municipales y en cualquier tarantin callejero eso si a tres o cuatros veces mas el precio y donde carajo esta la autoridad del gobierno
ResponderEliminarALLI ES DONDE DIJO EL NUEVO DIRECTOR DE INDEPABIS DONDE ESTA PUES PORQUE DESDE QUE ENTRO SOLO HE OIDO DECIR QUE LO HAN VISTO EN SOTILLO DOS VECES YO NUNCA LO HE VISTO, EL MERCADO DE PLC COMO VENDEN LA MERCANCIA YO POR NECESIDAD LA COMPRO UNO LLAMA A INDEPABIS, Y NO DAN RESPUESTA, SERA QUE COMO ESE SEÑOR ES ESPOSO DE UNA DIPUTADA, LE REGALARON ESE CARGO
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