UTOPÍAS DE BORREGO: ¿Esta ahorcada la cochina?

José Ángel Borrego.- Los asesores del presidente, tal vez por estar lejos de los escenarios donde se protagonizan los hechos, no han comprendido, primero, que como dijera Manuelito Peñalver “Venezuela no es Suiza” (y menos Cuba); y segundo que la protesta escapa a un liderazgo único generando así una secesión sui generis que le permite accionar en diversos frentes mediante convocatorias, que aun obviando toda concatenación, coinciden en fechas y horas. Los jóvenes de San Cristóbal encienden sus fogatas sin necesitar fósforos de los estudiantes de Caracas. Y los de Lechería, Barcelona y Puerto La Cruz, pese a ser todos de Anzoátegui, tampoco han establecido liderazgos mancomunados. Eso conlleva a una especie de anarquía no anárquica.

 Paradójico pero real y comprensible. Ante la orfandad del liderazgo político con capacidad real de convocatoria y autoridad para establecer vínculos y coordinación, en cada punto del país han surgido líderes de sus propios espacios que actúan bajo sus propios impulsos, derivados éstos de la situación anómala que registra el mapa económico y social de todo el país. Traduce ello que Fidel y Raúl, arquitectos de las líneas gruesas para la actuación de Maduro y Cabello, desprecian la posibilidad de un conflicto cada vez más acentuado porque ignoran esta extraña situación donde en un solo país hay fumarolas que desprenden humo y fuego, ajenas al devenir de otros actores. Y que ante la arremetida brutal de a GNB y de la PNB, ahora sí, todos los focos de protesta encuentran una coincidencia por la cual enervar los ánimos y exacerbar las acciones. Siendo así, el gobierno necesitará, no una, sino decenas de Conferencias de Paz, también autónomas, para conversar con el liderazgo de cada región y sofocar candelitas más inteligentemente.