Diego De La Vega.- ¿Ser
socialista es un auto denominación o es una conducta? ¿Cómo realmente se
demuestra ser socialista?
La conducta es el mejor
indicador. Y hay que tomar en cuenta que la conducta es el reflejo de la
actitud. Por lo tanto, más que la conducta lo importante verdaderamente es la
actitud.
Un verdadero socialista lo debe
tener en su mente y en su corazón. Veamos varios ejemplos y pregúntense si
realmente somos socialistas. El funcionario público que no se prepara para
asumir los grandes retos. Los que abusan de su cargo para obtener beneficio
personal en detrimento de la colectividad.
Los que dejan para mañana su
trabajo presente.
Los que pueden llegar a herir la
dignidad humana a causa de salvar su propio pellejo.
Los que no miden que el
incumplimiento de su trabajo afecta a familias enteras.
Los que utilizan la desgracia de
los demás para obtener beneficio personal.
Los que usan la palabra para
correr el problema en vez de para darle solución.
Los que confunden solidaridad con
amiguismo.
Por el contrario, el verdadero
socialista actúa basado en el ser humano como fin y medio. Aquél que sabe lo
que realmente quiere y no permite que eso afecte a los demás. El que se
preocupa y se ocupa de su trabajo. El que ofrece una mano al que lo necesita
sin caer en el hoyo también. El que se prepara emocional e intelectualmente
para asumir los grandes retos de construir una patria. El que toma en cuenta a
los que verdaderamente trabajan sin esperar nada a cambio, sólo el
reconocimiento. El que tiene la entereza de reconocer el esfuerzo de los que
contribuyen al cambio y que castiga ejemplarmente a los que lo retrasan. El que
analiza las raíces de los problemas y está dispuesto a enfrentarlo con visión
de largo plazo. El que exige a sus más allegados y les da herramientas para que
crezcan como personas. El que asume sus responsabilidades y crea un clima de
armonía entre su grupo más cercano. El que crece y permite que los demás
crezcan también. El que es honesto consigo mismo ante todo. El que demuestra
humildad. El que llega al poder para servir y no ser servido.
Todas estas cualidades son
comportamientos que se basan en principios y valores en los cuales el ser
humano como individuo y colectivo es el núcleo. Sólo si incorporamos una férrea
actitud humana, revisamos constantemente nuestro comportamiento y emprendemos
el camino de la transformación interna, se verá reflejado en el progreso del
país.
Para luchar por el socialismo, se
requiere ser socialista.
¿Quiénes de nuestros gobernantes
son socialista?
Atentamente,
Diego De La Vega |
diegodelavega@gmail.com
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