José Ángel Borrego.- Aunque tal
vez solapándose en el largo asueto de la Semana Mayor, la MUD y el Gobierno han
dicho bien poco sobre el restablecimiento del diálogo. Apenas sabemos que se
escogió el día martes de cada semana para abordar algunos temas críticos,
aunque la cita del pasado Martes Santo serviría para definir lo que se
discutiría hoy. Nada más. Y que los estudiantes aspiran un trato similar al que
recibieron los políticos justificada su exigencia en el trajín que los ha
convertido en protagonistas de un país poco envidiable, sin culpar de ello a
los muchachos que han aportado la casi totalidad de los mártires. La prensa de
hoy nada dice con respecto a la presunta reunión de esta noche y ningún vocero,
pese a lo estridentes que se tornan en ocasiones ha dicho esta boca es mía.
¿Qué sucede? La agenda aún no se ha iniciado.
El primer “multiloquio” fue un
ejercicio de señalamientos mutuos que despertó el interés del país por escuchar
respuestas concretas como vías de solución. Aunque los dos factores aclararon
que aquello fue un simple escarceo sin aclarar para qué. Y quienes aspirábamos
que aquél jueves, al menos se abrieran caminos y se cerraran heridas, caímos
por inocentes. De manera que hoy más que nunca estamos expectantes ante lo que
debe suceder en el futuro inmediato, es decir, ya..! ¿Se designará a una
Comisión de la Verdad independiente de todo cariz partidista? ¿Aceptará la
mayoría psuvista en la AN negociar la integración de los poderes públicos?
¿Surgirá en la oposición un liderazgo capaz de aplacar los ánimos estridentes
de quienes no aceptan ser relegados? Son tres interrogantes que necesitan
respuestas para que exista un verdadero propósito que surja de las partes del
juego por destrancarlo. Y desde luego que existen esas respuestas y es posible
asumirlas. Recemos todos, pues: “Padre
nuestro que estás en los cielos…”.
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