lunes, 15 de septiembre de 2014

En la vía El Rincón-San Diego choferes claman al "catire" Vega por un poquito de asfalto

La zona rural sigue siendo una de las áreas abandonadas por los gobiernos de los municipios Sotillo y Simón Bolívar. Ambas alcaldías se pelotean las responsabil

Puerto La Cruz.- La vida en la zona rural no es fácil. Allí residían  quienes querían estar alejados del bullicio de la ciudad. Con el pasar de los años vino  el crecimiento sin control  de la zona norte y con ello, se fue expandiendo la parte urbana hacia la rural. En el área campestre de El Rincón y San Diego,   donde limitan los municipios Sotillo y Simón Bolívar y que incluye al canal de Caratal (que surte agua a toda el área metropolitana), es indudable que los servicios se quedaron cortos ante la gran demanda de sus pobladores.


La vía principal de El Rincón-San Diego por donde transita el transporte público y que  deben atravesar todos los vecinos “tiene más huecos que la luna”.

Dairis Ríos contó que llevan años pidiendo la rehabilitación de la ruta; pero nadie los ha tomado en cuenta. “Hace días vino el gobernador y prometió que  pondría la zona rural como una tacita de oro, pero sólo se quedó  en palabras, no hemos visto mejoras”.

Según contó, por la condición de las vías, le cuesta conseguir un taxi que la traiga a su casa, cuando no halla autobuses para trasladarse.

Al igual que ella, Zaida Cardozo refirió que desde hace varios meses el transporte público está escaso. Ambas presumen que, por el deterioro de las arterias viales, los choferes se abstienen de prestar servicio.

El obrero Luis Acuña consideró que en la  en  vía principal de la zona rural además hace falta seguridad. Admitió que hay tramos más oscuros que otros. Aseguró que la penumbra es usada por los dueños de los ajeno para atacar a sus víctimas.

Hacia  esta zona aparentemente ingresa gran cantidad de motorizados, que  a pese al deterioro  de la calle, se trasladan a toda velocidad, sobre todo cuando cometen fechorías.

A juicio de  Margarita Urbina,   el abandono de la zona rural es consecuencia de la falta de responsabilidad de los entes gubernamentales. Según dijo, tanto la Alcaldía del municipio  Sotillo como la de  Simón Bolívar se “pelotean” los problemas “y no resuelven”.

No obstante, admitió que Sotillo ha prestado atención a algunas comunidades que están en  los límites de Bolívar.

Sin garantía

La secretaria Ismary Osorio consideró necesario que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) haga recorrido por esta población, para que aleje a un grupo de delincuentes  que se ha dedicado a amedrentar a los vecinos y meterse en algunas viviendas.

 Destacó que en  urbanizaciones como Monte Mario (del municipio Bolívar) varios vecinos han sido víctimas de  los hampones.

El transportista Rubén Sánchez   contó que  los tienen azotados.

Según dijo,  semanalmente reportan  hasta 18 asaltos a los choferes y usuarios de las unidades colectivas.

Al consultarle sobre los trabajos de asfaltado, en recientes declaraciones, el gobernador Aristóbulo Istúriz, manifestó que  han vaciado  seis toneladas de pavimento en distintos sectores rurales.

Aseguró que en los próximos días colocarán la misma cantidad desde la escuela Fe y Alegría hasta el sector Los Samanes, para después trasladar las máquinas a San Diego.

3 males
Padecen en la zona rural El Rincón-San Diego, según manifestaron algunos de sus habitantes. Se trata de la falta de asfaltado,  iluminación  y seguridad.  Señalaron que en varias oportunidades solicitaron  patrullaje constante e instalación de módulos de control, “pero lo hacen por raticos”.
16 toneladas

De asfalto prometió  Petróleos de Venezuela (Pdvsa) Faja para  las calles de los diferentes sectores de la zona rural, según advirtieron  los transportistas, quienes manifestaron que apenas han colocado seis toneladas. Aseguraron que la mayoría de las calles están en condiciones deplorables

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