El llamado de Felipe Pérez Martí
es desesperado. El ex ministro de Planificación, revolucionario y comprometido
con un proceso bolivariano, decidió, luego de meditarlo mucho, decir de su viva voz algunas verdades. La primera de ella es que
si no hay un cambio profundo y doloroso en el ámbito económico, e incluso en
aspectos políticos, el país puede caer en el abismo, cuyo borde pisa
peligrosamente.