sábado, 17 de marzo de 2012

VALLAS PUBLICITARIAS: ¿SEÑALES DE DESORDEN EN LA CIUDAD?

EL FARO DEL MORRO. Grandes, pequeñas, luminosas y en todas las formas, las vallas publicitarias ya son parte de la cotidianidad de los anzoatiguenses, pues se encuentran en cada rincón de la conurbación. El asunto a tratar es que, a pesar de las normas de urbanismos municipales y regionales relacionadas a estas, la desorganización de la publicidad en exteriores rompe con la armonía visual de los espacios.

Sotillo y Urbaneja son dos de los municipios que se caracterizan por tener mayor cantidad de avisos en la vía pública, mientras conductores y transeúntes aseguran que esto afecta tanto la concentración de quienes manejan como la imagen de la ciudad.

“Hay como un desorden, no se ve bonito. Además, hay publicidades que ponen en las avenidas que son grandísimas y de mujeres en trajes de baño que distraen a muchos”, expresó la señora María de los Ángeles Paredes, habitante de Lechería.

Al igual que Paredes, el comerciante Marcos Díaz consideró que es necesario hacer cumplir las normas para evitar la inundación de publicidad en la urbe.

“En lugar de permitir que las empresas coloquen vallas, pancartas y hasta carteles por toda la ciudad, las autoridades deberían preocuparse por que el ornato esté en óptimas condiciones…”, acotó Díaz.

¿Contaminantes visuales?
La arquitecto urbanista Flor Pereira, miembro del Proyecto Pensar en Anzoátegui, afirma que las vallas se han convertido en parte habitual del paisaje urbano, “medio de comunicación indispensable para una sociedad de consumo, en donde compiten  productos y marcas, personalidades políticas, empresas y servicios, entre otras. Esto hace que también haya competencia por atrapar la mirada del consumidor, es decir, nosotros los ciudadanos”.

Sin embargo, destaca que “en el eje Barcelona –Lechería- Puerto La Cruz – Guanta el abuso por la cantidad y la competencia descontrolada originan contaminación visual. Nuestra ciudad se aprecia congestionada de anuncios publicitarios que rompen con el paisaje urbano y, por ende, con el panorama de la ciudad”.

No obstante, Pereira considera que no sólo las vallas publicitarias son las causas de la
contaminación visual, también lo son el cableado, grafitis, edificios viejos o abandonados, vertederos, señalización deteriorada, hasta terrenos no desarrollados en estado de abandono.

“Por ejemplo, en una sola intersección, la de la avenida Camejo Octavio con la calle Arismendi y el Centro Comercial El Peñón del Faro, podemos contar más de diez avisos de todos los colores y tamaños. En un solo punto, nos impacta e intimida la competencia de productos y marcas, publicidad electoral, empresas y servicios”, aseveró.

De acuerdo con Pereira, la cantidad y ubicación de los avisos publicitarios en cada ciudad están determinados por la alcaldía. Es esta institución la que debe evitar el abuso en cantidad y tipos en los espacios públicos.

Pero, ¿qué estipula la ley?
En su artículo 91, la Ley de Transporte Terrestre señala que está prohibida la instalación de medios publicitarios en intersecciones de vías, distribuidores de tránsito, puentes, viaductos, túneles, pasos peatonales y separadores de avenidas, autopistas y carreteras; sin embargo, en la actualidad pocas de estas especificaciones se cumplen.

Además, estas estructuras deben tener una altura, tamaño y peso específico o, de lo contrario, se consideran un peligro para la ciudadanía.

Asimismo, el instrumento legal indica -en el artículo 92- que toda valla publicitaria en autopistas y vías expresas debe mantener una distancia de 50 metros desde el centro de la arteria vial hasta la calzada de ésta.

Vale destacar que está prohibido, según la mencionada legislación, tener en las vías públicas signos, demarcaciones, publicidad o elementos que imiten o se asemejen a las señales de tránsito o colocar en ellos anuncios de cualquier índole.

Restructuración
El director de Urbanismo del municipio Urbaneja, Rubens Cazorla, reconoce que en la jurisdicción  hay avisos publicitarios que deben ser retiradas y asegura que la alcaldía está trabajando en eso.

“En la avenida Intercomunal –Jorge Rodríguez- hay varias vallas de diferentes tamaños. La idea es reubicarlas, según los lineamientos de la gobernación. Actualmente, nos estamos comunicando con cada uno de los propietarios para hacerles saber que deben quitar estas publicidades. Ellos tendrán un lapso de un año para hacer las modificaciones”, expresó Cazorla.

Según el arquitecto, en la concurrida avenida las vallas deben tener un espacio de separación de 30 metros desde el eje de la isla, de lado y lado. “Ya tenemos el diseño en plano de cómo deben ir y su distribución”, acotó.

Destacó que “los permisos para la colocación de publicidad externa son emitidos por Hacienda”, el departamento de Urbanismo se encarga de especificar el lugar donde puede ser colocada.

En ese sentido agregó que “las vallas pueden ir del canal hacia Lechería, no hacia el Complejo Turístico El Morro”, añadió. “Además, según la Ordenanza de Publicidad y Comercio, quien tenga un punto de un anuncio debe realizar el ornato y paisajismo de dicho sitio”, resaltó Cazorla.

“Mejor pantallas led”
El funcionario habló de los planes que tienen en el ayuntamiento turístico en cuanto al manejo de la publicidad privada: “En Lechería estamos normando, para no dar más permisos de vallas fijas, si no de pantallas led en las avenidas Principal y Camejo Octavio”, comentó.

Éste es el caso de las que están ubicadas en el centro comercial Plaza Mayor, en el cruce de la bomba PDV, en la avenida Bolívar y la colocada recientemente en la isla de la avenida Principal, frente al centro comercial Río Viejo.

Cazorla aseguró que estas pantallas, en las cuales se proyectan anuncios comerciales de los diferentes negocios de la ciudad, serán colocadas en cada uno de los semáforos ubicados en las mencionadas avenidas, con el debido permiso emitido por Transporte Terrestre.

Pese a los intentos, el Instituto Nacional de Transporte Terrestre en la región se negó a dar información al respecto.

De acuerdo con el director de Urbanismo de Urbaneja, “la idea es aportar más colorido y que la gente en el semáforo pueda distraerse”.

Es un contaminante
En Colombia, ciudades como Bogotá y Cali se encuentran en alerta amarilla por contaminación visual. En la capital, la Secretaría Distrital de Ambiente tomó una medida de prevención en la que se establecen los aspectos especiales en materia de registro ambiental de Publicidad Exterior Visual. En estas ciudades se impidió el registro de la instalación de nuevas vallas, luego de un estudio realizado por el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), en el cual se encontró una gran saturación de avisos.


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