José Ángel Borrego.- Escuché y luego para cotejar lo
escuchado leí sobre la contrariedad expuesta por Henrique Capriles derivada de
la sucesión otorgada por el Presidente Chávez Nicolás Maduro. Antes había conocido
lo que el Presidente había expresado al respecto y también lo releí para que no
me quedara ápice de dudas. En ningún momento Chávez señaló a Maduro como
sucesor de la presidencia. Lo designó Presidente Encargado, como había sido la
exigencia constante de Capriles y de toda la oposición a fin de que se
profesara respeto a la norma. Y luego lo propuso como su sucesor, en calidad de candidato del PSUV y
solicitó que se le eligiera. Además, en un gesto inusual hasta presentó excusas
por encadenarse a esa hora (lo que para nada extrañó al país) y mantuvo un
ritmo de conversación, diría yo, que amigable. De manera que me sorprende
ciertamente que Capriles censure algo que no ocurrió. Que Capriles impute al
Presidente por algo que no hizo. Y que Capriles busque enturbiar las aguas
decembrinas de esta forma. Conste que admiro al gobernador mirandino y voté por
él pero eso no coarta mi forma de pensar y como el periodista serio y objetivo
que pretendo ser, debo también señalar yerros como el que nos ocupa en esta
columna. Hay otros debates de suma importancia en el que nos gustaría ver a
Capriles en posición protagónica porque alguna gente de mínimo punch le está
latiendo en la cueva del liderazgo dentro de la oposición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lea atentamente
Recuerde nuestra política de publicación de comentarios: Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algún comentario violatorio del reglamento será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.