UTOPÍAS DE BORREGO: Se trancó el juego

José Ángel Borrego.- La irreflexiva pugna que mantiene el presidente contra el empresariado ha generado la insólita devaluación del bolívar frente al dólar. Apenas décimas nos separaban el pasado viernes del exabrupto de que el Dólar-Cadivi haya sido excedido en diez veces por el dólar real que no puede mencionarse porque el gobierno piensa que su sola alusión le permite inflarse. Esa realidad cambiaria ha trancado el juego con un gobierno que se ha quedado con los dobles: seis, cinco y cuatro en sus manos. Y tenemos que pensar de esta forma porque el 85 % de los alimentos que consumimos son importados y el 100 %

de los productos que utilizamos (vehículos, maquinarias, equipos, repuestos, accesorios, etc) son también importados. ¿Cómo adquirirlos? El gobierno importa alimentos para que el mundo no se le eche encima. Pero no trae todo lo que se necesita y por ello persiste la crítica escasez producto del desabastecimiento. Una lata de leche ya es vendida en los mercados hasta por Bs 240. El pollo ha escalado los 55 bolívares. La carne de res superó al billete marroncito hace tiempo. Y el pescado se cotiza en joyerías a Bs 250 y más el kilate. Cadivi asegura haber asignado divisas a los repuesteros, laboratorios y otros importadores quienes desmienten tal aseveración. Deben comprar a dólar libre y vender a precios inaccesibles. El aceite para motor PDV se compraba hasta hace poco en Bs 30 el litro y ahora vale Bs 120. Una resma de papel carta ya se ubica en Bs 500. No hay rubro que escape a la ineptitud económica del gobierno. Hans Dietrich, economista afecto a Chávez, junto a otros prelados internacionales del chavismo, pronostican muy corta vida a Maduro. Dos semanas piensa Dietrich que bastarán para el colapso.