José Angel Borrego.- Todo indica que no, por las razones
que hemos expuesto anteriormente. No se busca la paz agrediendo aun cuando uno
haya sido agredido. Eso sería venganza lo que traduce combustible para
proseguir las hostilidades. Y el señor presidente, cada vez que habla de paz,
lo hace con la mandarria verbal sin compasión alguna. Ofensas que no deben
partir de la boca de un estadista de quien se espera sea el Buen Oficiante en
todo sentido.
Cada día se reafirma nuestra creencia de que el presidente ha
sido asesorado en el sentido de que le dé las máximas largas a esta crisis
artificial para que el ciudadano olvide los tres problemas básicos de nuestra
sociedad: Desabastecimiento, Inseguridad y Sub-empleo. Y lo está logrando. Pero
los muchachos se están fatigando y los partidos no tienen capacidad de
convocatoria. Quienes aún se mantienen en alguna trinchera, con la excepción de
Táchira y Mérida, podrían estar siendo utilizados por intereses bastardos.
Cualquier estudiante universitario tiene la suficiente capacidad para saber que
esta pelea llegó a su final sin lograr los objetivos que se planteó. No es que
significa una derrota. No. Bajo circunstancia alguna. Pero sí que quemó los
cartuchos necesarios para mantenerse en la pelea; y ahora, o se corre, o se
encarama. Desde hace dos semanas como mínimo el menos avisado en materia
política sabía que el gobierno estaba jugando a estirar la liguita pero evitando
que se rompiera, pero la liguita ya no daba más. Era indispensable mantener el
foco incendiario de alteración que permitiera victimizarse pero para ello los
muchachos debían mantener los disturbios. Ya se extingue la última candelita
sin mayor esfuerzo y ahora tenemos que sentarnos a negociar sin alguna carta
favorable. ¿Hemos ganado o perdido?
¿Usted le va a pedir a un guapetón de barrio que cambie su mentalidad? para actuar de la forma correcta en la situación actual hay que tener inteligencia, y es precisamente donde radica el problema. Esto no se termina todavía, el gobierno no quiere entender que los Venezolanos no queremos un Castro Comunismo disfrazado de Socialismo, ni siquiera los mismos Chavistas, queremos un Socialismo en Democracia, no queremos un totalitarismo de Estado. Si el gobierno no da un cambio radical, esto se acaba en muy poco tiempo
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