Expediente Público.- Mensajes de solidaridad y
de respaldo comenzaron a recibirse luego de que denunciáramos las
amenazas recibidas vía comentarios así como la violación de las oficinas de EP
ubicadas en el municipio Diego Bautista Urbaneja presuntamente por parte de
esbirros nominados pagados por el alcalde de Puerto La Cruz, Stalin Fuentes y
del Juan Charrasqueado de Puerto La Cruz, el nuevo rico y testaferro Glen
Chaguan.
Uno de los primeros en darnos un respaldo fue el
connotado caricaturista Julio Parra, quien con su agudo talento y su bien
acido pincel retrató una escena en la cual se amenaza a un humilde indigente,
de los cientos que se encuentran tirados por las calles de la ciudad porteña
-¿culpa de quién? ¿Será de Chávez verdad?- en alusión al equipo que se mantuvo
a las puertas del DAT en pasado domingo 23 durante la reunión de gabinete
maltrecho que realizo el alcalde -por ahora- de Puerto La Cruz y quien, de
acuerdo a la lista que manejan cuerpos de seguridad del Estado, el tercer
hombre más rico del PSUV en el Municipio Sotillo, imaginamos que debido a que
volvió a su antiguo -y nada mal- oficio de expendedor de perros calientes.
Así mismo son múltiples los correos electrónicos,
llamadas telefónicas y demás muestras de respaldo que seguimos recibiendo, para
todos ellos gracias, y que sepan que esta aptitud de quienes se han enriquecido
gracias a los cargos que ocupan en la administración pública, lejos de
atemorizarnos, no llenan de más fuerzas para seguir investigándolos.
El articulo que desató la ira de un burgomaestre |
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Cesar Columbo, responsable de la edición de EP para
el oriente aseguró que las amenazas así como los destrozos causados a las
oficinas se originaron luego de que fuese publicada la nota sobre lo acontecido
en la reunión de gabinete extraordinario llevada a efecto por el alcalde
porteño Stalin Fuentes el pasado domingo 23 y que se tituló: "Revelaciones
del Gabinete extraordinario del alcalde porteño", trabajo de primera línea
que realizó conjuntamente con uno de sus colaboradores en forma encubierta, disfrazados de indigentes y que les
permitió monitorear dicho conclave desde las afueras de las oficinas
administrativas del DAT, en la avenida Bolívar de la ciudad de Puerto La Cruz.
La primera amemaza del que te conté
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