Muy probable que para el lector suene
extraño este nombre. Se trata de islotes de conformación pétrea que según las
coordenadas publicadas por China les pertenecen. Y lo refrenda una historia muy
antigua. Pero Japón que ha tenido siempre vocación agresora (recuérdese Pearl
Harbor) pretende “comprar” esos islotes para expandir su territorio como lo
hiciera en momentos en que era una potencia militar mientras China, aun con su
gran población, no tenía capacidad bélica similar. Después de la Segunda Guerra, donde Japón
salió derrotado por las fuerzas aliadas, se firmó un documento donde las
autoridades niponas reconocían la soberanía china sobre las islas Diaoyu, pero
al suponer que en esos mares que rodean a Diaoyu podría haber petróleo, Japón
ha manipulado elementos documentales para reconocer la propiedad de Diaoyu a un
tercero con el que negocia la adquisición de las islas. (Es como si algún país
intentara comprar a la Isla
de Margarita). Y aunque todos los expertos en la materia coinciden en reconocer
la territorialidad de China en ese espacio, los japoneses persisten en su
ambición expansionista lo que podría generar un grave conflicto, incluso
bélico, para lo que ahora China sí está preparada y no cederá ante la
arrogancia nipona. Para situaciones como esa se creó la ONU pero hasta el momento no
ha dicho una sola palabra. Sabemos que Japón hoy es aliado de Estados Unidos
pero China es su principal socio comercial de manera que no podría tomar
partido sino por quien documentalmente sustente la razón.
