El Tiempo.- Años vienen y años van. La vida
sigue casi igual en Barrio Mariño de Puerto La Cruz, cuyos habitantes todavía
están a la espera de que el gobierno culmine dos obras. Uno de los sitios que
más frecuentan los vecinos es la plaza que lleva el nombre del general Santiago
Mariño, El Libertador de Oriente. En el pedestal de la estatua se acuesta y
descansa el obrero de la construcción José Miguel García, un treinteañero que
vive en la calle Páez.
Este hombre manifestó que gusta
el sitio porque es fresco. Lo mismo dijo Wladimir Marín Hurtado, un comunicador
social de 39 años, quien labora con el
Batallón de Reserva .
“De noche la Plaza Mariño parece
una boca de lobo” afirmó el trabajador quien aseguró que los focos no alumbran
desde hace más de un año.
Marín se quejó que los residentes
no se hayan ocupado de hacer los actos para conmemorar las fechas patrias en el
espacio de esparcimiento. El técnico en refrigeración Jesús Ruiz, de 59 años, y
el sexagenario Aldo Luis Andrade recordó que hace unos cinco meses el alcalde
del municipio Sotillo, Stalin Fuentes, prometió que iba a sustituir la vieja docena
de bancos por una nueva, y aún no ha cumplido, “tendremos que volver a votar por
él para ver si en un nuevo periodo nos cumple”, dijo resignado.