Como medidas ordenadas están el
recortarle el otrora apoyo incondicional de CITGO a los gastos de Ramírez, el
sacarle a sus fichas dentro de la industria (que ya está sucediendo y para la
cárcel) , a no consultarlo más y a eliminar de un plumazo las contrataciones
que desde PDVSA y la Procuraduría General de la República tenía su suegra. Esta
dama gozaba de contratar bufetes internacionales a diestra y siniestra (en
algunos casos colocaba fichas de ambos lados en las querellas para ganar
“ganando o perdiendo” el juicio) así tuvo ingentes ganancias en litigios como
el de Exxon Mobil y otros de gran envergadura.