Con profundo estupor, el estudiantado UNISTA fue informado acerca de la decisión perjudicial y unilateral: “…SUSPENDIDAS LAS INSCRIPCIONES DE LOS ESTUDIOS REGULARES LAPSO 2011-2, POR PROCESAMIENTO Y DISTRIBUCIÓN DEL MATERIAL INSTRUCCIONAL”, publicada ayer 20 del corriente en la página oficial de UNASEC (http://unasec.una.edu.ve). Esta situación es el resultado del paulatino pero sostenido deterioro de las diferentes condiciones que nos fueron ofrecidas cuando ingresamos a nuestra amada y prestigiosa Alma Mater.
En nuestro Curso Introductorio, se nos ofrece: 1) Material Instruccional de alta calidad, actualizado y en el momento oportuno; 2) Dos (2) semestres cada año, con posibilidad de pruebas de avance; 3) Asesorías expertas en el momento necesario; y 4) Entrega oportuna de resultados de pruebas trabajos prácticos, en un tiempo no superior a los quince (15) días continuos de la presentación del instrumento, entre otras. Con referencia al Material Instruccional, la realidad escapa de la buena fe de las ofertas. Todos los estudiantes UNA hemos tenido, unos más que otros, deficiencias en dicho material y mucho de éste se encuentra desactualizado. Generalmente recurrimos a las bibliotecas de nuestros centros locales o a la solidaria herencia de colegas más avanzados. Es por esta razón que consideramos débil la excusa de “procesamiento y distribución” de este rubro habida cuenta que, como UNISTAS, somos altamente proactivos y creativos a la hora de nuestra instrucción.
El respeto al cronograma se ha convertido en una quimera. Si nos referimos al pasado próximo, el semestre 2008-1 comenzó en febrero, mientras que el 2011-1 comenzó en abril; y si bien se nos dice que fueron fenómenos naturales, es oportuno recordar que no solamente llueve en Venezuela. Otros países enfrentan nevadas, inundaciones, terremotos y volcanes, desgracias que por suerte no sufrimos, y la vida no se detiene. Si no había un centro de presentación, pues se habilitaban otros… Es decir, cuando lo que importa es el estudiantado, las soluciones aparecen de inmediato. Los centros deben contar con asesores adecuados para la guía a distancia del estudiante que solicita su asesoría. Sin embargo, muchos centros carecen de este invaluable bien y el estudiante debe “hacer milagros”, incluso cuando “sabe más” que el que, desde el nivel central, le emite una clave de corrección defectuosa. Este punto se entrelaza con el punto cuatro (4) acerca de los resultados a las pruebas y trabajos que, bien por carecer de asesores y tener que delegar en otros centros las correcciones o por tener asesores no calificados, que se basan en claves de corrección defectuosas, sólo resultan en menor calidad del egresado, flagelo que deseamos NO exista en nuestra universidad. El solución de esta problemática es sencilla: poner un poco más de disciplina, vocación de servicio y entusiasmo al realizar sus labores, para que la gran cadena de trabajadores de nuestra querida casa de estudios funcione, y así no defraudar al gran número de estudiantes que día a día se unen a la UNA. No podemos seguir ofreciendo lo que, por ahora, no estamos en capacidad de cumplir, por lo que la jornada efectuada a principios de octubre junto con otras universidades para atraer a un universo de 38 mil nuevos egresados podría considerarse una oferta “no muy real”.
Nosotros, el estudiantado, somos la razón de ser de nuestra Alma Mater. Sin nosotros NO hay UNA. Un estudiantado satisfecho y asistido, a pesar del gran esfuerzo que significa el estudio a distancia, producirá la excelencia que “UNA modalidad diferente en educación superior” tuvo en mente en su creación hace 34 años. Sin más a que referirnos, y agradeciendo encarecidamente que nuestra voz sea escuchada, para beneficio de esta hermosa Comunidad UNISTA, nos permitimos extenderles nuestras más profundas muestras de respeto y consideración.