José Ángel Borrego.- Chávez sabía que se arriesgaba a
perderlo todo si no ganaba las elecciones del 7-10. Se jugaba a Rosalinda. Pero
también sabía que podía ganarlo todo y no se equivocó. El resol de las
presidenciales influyó absolutamente en el proceso de ayer para elegir
gobernadores. Un resplandor que nadie pudo olvidar. Y casi arrasa con todo el
país, pero para sorpresa suya, falló ante su más enconado rival: Henry Falcón.
Chávez habría preferido perder Zulia que Lara. Entre otros factores porque Chávez
presume que Henry Falcón es el candidato presidencial para el 2018 y será muy
difícil derrotarlo. De resto, la estrategia de realizar las elecciones con dos
meses de intermedio fue impecable aunque riesgosa. Ya no cabe duda del
liderazgo del Presidente. Me hizo recordar al Cid Campeador, que aun muerto
(sin alusiones) fue empalado en su caballo, no para impactar al ejército
contrario, sino para aupar el suyo. Para que su pueblo ofrendara sus vidas si
fuere necesario con el ímpetu y la decisión de vencer. Y se logró. Rodrigo Díaz
de Vivar, fallecido ya, en lomos de su gigantesco corcel ganó la batalla más
importante de su carrera aunque sin saberlo. Ese liderazgo de Chávez que antes
negábamos tenemos que reconocerlo. Ayer ganó Chávez. Sin el triunfo de Chávez
en octubre la oposición habría barrido. Quien lo dude lo hace solo por necedad.