Leandro Area.- Quién
en su sano juicio pudiera explicar cuándo y dónde les nació ese prurito
de ocasión que le ha dado ahora al gobierno por mandar a través de una
ley habilitante, a cincuenta días no más de celebrarse unas elecciones
en las que se escogerán alcaldes y Concejos Municipales. ¿Qué cálculo
impera detrás de esa jugada? A menos que entendamos que ésta de ahora,
igual a las cuatro impuestas durante el gobierno del comandante eterno
(1999, 2001, 2007 y 2010), sea poder especial solicitado fuera de
contexto y necesidad, es decir pretexto para delinquir legítimamente
contra la menguada democracia que nos queda.