Expediente
Público.-No se trata de la segunda parte del éxito telenovelero producido
en Miami por Film In Florida para Telemundo; nada que ver,
todo lo contrario, es la pregunta que todos se hacen en los pasillos de la
alcaldía porteña, en las calles de la
ciudad y hasta en la oficina de Podemos de la Gran Parada y no es para menos,
pues desde que el burgomaestre de la querida, contaminada y única ciudad no
turística del oriente venezolano recibió el balde de agua fría de la desaprobación
de su Memoria el hombre desapareció del mapa.
¿Donde
está Stalin?
¿Donde
está Stalin? ¿Se habrá ido del país? ¿Habrá dejado a la deriva -o más de lo que
estaba- nuestra alcaldía? ¿Habrá dejado firmados los cheques de la quincena que
aún nadie cobra? ¿Se habrá llevado los churupos de los aguinaldos chucutos? ¿A
quién dejará encargada de la alcaldía? Todas estas preguntas se repiten en las
distintas oficinas de la alcaldía de Sotillo, pero en honor a la verdad y para
tranquilidad de la masa de trabajadores, Stalin si está aquí en la ciudad, sólo
que se encuentra sumido en un profundo estado de depresión producto del
despertar al final del sueño.