Con la reaparición de Lenin Rondón al frente de una “Fundación” y qué para “supuestamente” ayudar a la clínica Nazareth, pareciera que hay un reacomodo en el entorno del Alcalde de Puerto la Cruz , a quien algunos han calificado de difícil y torpe a la hora tanto de dirigir al municipio como de escoger a su gabinete o equipo de trabajo. Esto se evidencia con la reaparición de un personaje tan gris y oscuro para la gestión del Alcalde como el mal recordado Lenin Rondon quien ocupo distintos cargos desde un Departamento en la clínica nazareth hasta la Dirección General de la Alcaldía , pero sin ningún resultado ni resaltante ni positivo que mostrar, más que sostener algunas relaciones amorosas con distintas féminas del mismo entorno del alcalde, incluyendo a quien fuera Directora de hacienda y que ahora ocupa la Dirección del Despacho (una instancia que nadie sabe cual es su función), y más allá el cambio sustancial que logró en su modo de vida, logrando comprarse varios carros, vestirse bien, comer en buenos sitios, adquirir propiedades, entre otros oscuros manejos pero que le dieron buenos resultados sólo a él.
No es que sea muy bueno pero, ¡que bien se guinda el niño! |
Lo cierto es que con esta reaparición muchas interrogantes ruedan en los pasillos del ayuntamiento porque mucha gente fue victima de este individuo, a quienes calumniaba, mal ponía ante el alcalde, los movía de sus puestos para colocar gente sobre quienes ejercía cierto control, así como otros operadores económicos
que tenía, una especie de recaudadores personales quienes se dedicaban a visitar a ciertos contratistas y proveedores para recibir lo que dirían los mexicanos las mordiditas correspondientes, uno de estos el inefable Jorge G. ….. un individuo que hasta por teléfono chantajeaba y se transaba con gente que tenían en una especie de lista negra para cubrir ciertos caprichos como fue el caso de una Fiesterita en Pto. Píritu, unos viajecillos a la isla, la compra de algunos electrodomésticos, como también la compra de varios carros que los tenía un tiempo y luego los vendían; todo esto bajo la jactancia en sitios públicos y a veces con cierto nivel de ingesta de alcohol, que “el era el que controlaba al Alcalde”, se ufanaba en decir que a “él nadie lo sacaba porque Stalin no se movía sin que él lo supiera”, que el “Alcalde no confiaba en más nadie sino en él”, etc, todo esto lo pregonaba varias veces en sus fiesteritas por cierto bastante sospechosas porque participaban más hombres que mujeres; pero eso es lo de menos, el asunto esta en que el PSUV debería estar pendiente de los pasos que da este individuo que sabe moverse muy bien y que de seguro busca es seguir sacándole provecho propio a la revolución en Sotillo.