Expediente Público.- Una vez más los llamados "concejales del Patíbulo"
que aunque son cinco realmente parecen ser seis, demuestran su peso especifico
dentro de la Cámara Municipal de Sotillo al acordar, en un conclave previo a la
sesión del próximo martes, que las nuevas autoridades del órgano legislador
porteño queden represenadas por ediles abiertamente adversos y críticos de la
malograda gestión del médico Stalin Fuentes.
De acuerdo a fuentes bien informadas, ligadas a la referida Cámara, la presidencia recaería
en la concejal del pueblo “mesmo” América Ramos, a quien se le
reconoce desde su llegada al concejo municipal su gran capacidad para el dialogo, así como su total verticalidad como mujer
y como representante de la comunidad.
Por otro lado la responsabilidad de la vicepresidencia de la corporación municipal habría de
recaer en los hombros del médico Felix Arriojas quien saltó a la palestra pública
por sus acertadas críticas contra la gestión de su colega Fuentes, así como por
su vocería en la denuncia permanente de los presuntos hechos punibles en los
que ha venido incurriendo la tan deteriorada gestión gubernamental de la
llamada administración Fuentes-Ruíz.
América ahora como presidenta de la cámara. |
Por su parte la Secretaría de la Cámara recaería en las muy hábiles manos
del cooperativista José Cordero, que aunque de cordero no tiene nada si posee
un amplio conocimiento sobre los intríngulis y múltiples recovecos de esta
instancia gubernamental.
PSUV A LA ESPERA
Sin embargo, este acuerdo previo producto del conclave de los "cinco del patibulo", para el momento de redactar la nota periodística
no contaba aún con el visto bueno ni mucho menos de "la bendición" de las máximas autoridades del
PSUV del estado, incluso del gobernador, los cuales sabemos de muy buenas fuentes que habrían sugerido
se designara en la presidencia un edil menos adverso a la administración del hasta ahora pesuvista
alcalde Fuentes, como bien podría ser el concejal metafisico Harrison Mariño, quien luego de
haber sido detenido tiempo atras por el burgomaestre porteño durante del llamado “affaire” de
los buses chatarra, al parecer cambió su permanente actitud crítica contra su
camarada alcalde y hoy en día representa
una suerte de “fiel de la balanza” con lo cual el alcalde Fuentes podría
concluir sus últimos días sin gloria, pero también con no muchas más penas de
las que ya ha acumulado.