En el Centroccidente del país
también se siente la escasez de gas doméstico. La situación ha afectado
hasta los comedores públicos que
atienden a personas de bajos recursos
No hay gas, es el aviso que se repite en los locales donde se ofrece el
servicio. Las colas para adquirir el producto son frecuentes. Lo sufre el
ciudadano común, quien tiene que ingeniárselas para resolver como cocinar sus
alimentos todos los días.