Y como dice la canción, “no la he inventado yo…”. Desde hoy inicio pininos en el teclado de mi PC con el temor del caso. Pero es que los acontecimientos se suceden con tal exhuberancia que vale la pena algunos comentarios.
Iniciemos con CAP.
El ex presidente vino a intentar descansar en paz pero algunos sujetos llenos de odio como la fiscal Ortega Díaz lamentan su muerte porque hubiera preferido meterlo preso. En un país donde ella misma confiesa que 97 % de los delitos quedan impunes no es trabajo lo que le falta.
Sigamos con Aristóbulo.
El negrito asegura que Nicolás Maduro no será el sucesor de Chávez. Al final de su entrepitura es cuando trata de aclarar el asunto diciendo que el Presidente no necesita de esa figura. Pero lo inocultable es que el nombre del canciller Nicolás Maduro transita de boca en boca y para la gente no es una mala selección, tanto dentro como fuera del PSUV, claro, con sus lógicas excepciones. Aparte de Maduro sólo percibimos a Rafael Ramírez como un idóneo sucesor de Chávez. El comportamiento de ambos ha sido muy similar. Ambos son prudentes, leales al Presidentes, amigos íntimos de Chávez en esta etapa angustiosa y siempre dentro de los cabales que aspiraría el jefe del Estado de sus colaboradores. Alguien en el gobierno hizo que el Presidente ofreciera una declaración incierta. La cifra de viviendas construidas este año que anunció Chávez no tiene asidero. Hace un par de meses Rafael Ramírez habló de unas 16.000 viviendas de las cuales PDVSA aportaba más de 12.000. Eso lo creemos. ¿Pero de dónde sacó el Presidente las decenas de miles restantes?
Volviendo a Aristóbulo, de manera muy “democrática” el alto prelado del PSUV prohíbe a la dirigencia del partido hablar de candidaturas a gobernaciones y alcaldías bajo la coartada de la elección presidencial. Eso podría tener asidero en la oposición que necesita concentrar esfuerzos en seleccionar al abanderado presidencial. Pero el PSUV tiene ese tramo resuelto. ¿A qué le teme el negrito? Imaginamos la respuesta pero esa no es la fórmula. Los demonios están sueltos y es mejor verlos cara a cara. Digo yo…
