MOVIDA
DE MATA. Gran tensión causó en los directores de las
diferentes dependencias municipales y paramunicipales de la alcaldía porteña la
circulación a mediados del día de ayer de
un memorándum donde se solicitaba poner sus cargos a la orden a partir de la
presente fecha. Muchos de los jefes del tren ejecutivo de Stalin Fuentes, que a la fecha superan los cincuenta, tragaron
grueso con sólo pensar que se les acaba el pan de piquito. Pese a que esto es
una práctica normal de la mayoría de las alcaldías y gobernaciones para
principios de año no todos lo tomaron así y por “si a cazón huele a raya” ya comenzaron
a terminar de raspar la olla en las dependencias que dirigen pues desde
grapadoras, lápices, discos duros comenzaron a sustraer. Sabemos que el
burgomaestre porteño no la tiene fácil pues si por algún momento de reflexión
decide de verdad limpiar su maltrecho gabinete de los funcionarios corruptos e
ineficientes sin duda se quedaría únicamente con dos, el resto debería ir para
fuera. En conclusión, los burócratas de la alcaldía de Sotillo pueden seguir
metiendo su tarjeta de debito en Sofitasa y el Caroní ya que lo que se
vislumbra es sin duda “enroques”.