La Patilla.com.- De acuerdo con una
investigación de la Corporación Centro de Consultoría y Conflicto Urbano, C3,
las menores son detectadas en los barrios de la periferia de la ciudad por
delincuentes y jefes de combos, quienes contactan a las familias, las amenazan
e, incluso, cuidan de esas pequeñas para que nadie las toque hasta el momento
en que las subastan a turistas o a cabecillas de organizaciones delictivas.
Luis Guillermo Pardo,
director de C3, dijo que lo más preocupante de este fenómeno es que algunas
niñas, de entre 12 y 14 años, son sometidas a estos vejámenes con el
consentimiento de sus padres y familias, por amenazas o dinero, según un
artículo publicado este lunes por El Colombiano.