Preocupado por señales de que el descontento nacional ha
comenzado a contagiar a sus partidarios, el régimen de Nicolás Maduro está
tratando de poner orden dentro de sus propias filas. El gobernante bolivariano
ha lanzado por un lado nuevos llamados al chavismo para mantener la unidad, y
por el otro amenaza con excomulgar a todo aquel que exprese una opinión
disidente, publica El Nuevo Herald.
Las manifestaciones internas de descontento se acentuaron
tras la reciente destitución del ministro de Planificación Jorge Giordani,
quien fue acusado, por sectores cercanos a Maduro, de haber traicionado la
Revolución.