viernes, 28 de septiembre de 2012

Deslave acecha a vecinos del Cerro Venezuela en Anzoátegui

LA PATILLA.COM.- El sábado 10 de julio del año 2010 un alud de tierra del Cerro Venezuela derrumbó un muro perimetral  en el conjunto residencial Vanessa, Municipio Simón Bolívar. La situación, por fortuna, no terminó en tragedia, pero es la primera advertencia para los moradores de los complejos habitacionales aledaños a la imponente formación geológica que comparten Barcelona y Lechería, ciudades del eje norte del estado Anzoátegui.

Sobre las causas de este desmoronamiento proliferaron múltiples versiones. La más aceptada aunque jamás investigada por ningún organismo oficial  apunta a la acción de una empresa constructora de una obra pública que extrajo piedras y tierra en la parte alta del cerro.

La presunción comunal y de particulares es que transportar relleno desde el estado Sucre resultaba costoso, de allí que extraerlo sin problemas desde el Cerro Venezuela abarató tal requerimiento.

Al concluir la actividad, quedó un hoyo considerado por los expertos como una “olla hidrográfica”, en la que actualmente se acumula un nivel de agua inusual por efecto de las lluvias y se filtra por las paredes frontales de la montaña, además por el subsuelo.

A más de dos años del desplome, el riesgo sigue latente y los llamados de advertencia resurgen en momentos que persiste la inestabilidad en este ecosistema y hasta ahora permanece igual de herido el cerro.

También porque el comercio avanza con fuerza llevándose de frente el equilibrio topográfico. El silencio comunitario y la pasividad gubernamental parecen conjugarse para sentenciar el presente y el futuro de esta zona.

“La olla hidrográfica generó que acumulara bastante agua”

El ingeniero civil Jesús Rosas, director de Protección Civil (PC) en la jurisdicción de Urbaneja, explicó que el material rocoso en el Cerro Venezuela está compuesto de Lutita, que absorbe bastante agua y se fragmenta con facilidad.

“La olla hidrográfica generó que esta parte del cerro acumulara bastante agua e incrementara su peso en las laderas. Cayeron unas 156 toneladas de tierra sobre el área de estacionamiento y maletero del conjunto residencial Vanessa”.

Una vista desde lo alto del cerro justo en el área del suceso permite apreciar que se ha retirado la tierra del lugar. “Pero persiste la falla, porque las escorrentía de agua que generó esa olla hidrográfica ha hecho que drene una beta de agua y sigue erosionando el subsuelo del conjunto residencial”, indicó Rosas.

Insiste que esta infiltración de agua ha ido más allá de este límite. “Pudimos diagnosticar que parte de este problema se ha extendido hasta la misma iglesia Santo Domingo”, añade.

El vocero de PC en Lechería rememora que en 2010 se desarrollaron reuniones con los vecinos y representantes de entes públicos como el Ministerio del Ambiente. “Encontramos después de un mes de evaluar esta problemática que todo fue causado por trabajos autorizados cerro arriba. Fueron cambiados los cursos de agua y esto ha terminado por afectar a los conjuntos residenciales”, apuntó.


Otro recorrido en lo alto del cerro hace posible observar que han caído piedras a los muros perimetrales de algunos edificios residenciales adyacentes. Llama la atención que está ondulada la pared de concreto que protege la parte baja del conjunto habitacional Ardentía (ubicado en la avenida principal de Lechería). El jefe de Protección Civil, Jesús Rosas, explicó en el sitio, que el progresivo derrumbe del cerro ejerce presión en esta estructura y se convierte en una amenaza.

“Hay puntos  de percolación de aguas que perjudican  la pared de concreto  del talud  de residencias Ardentía. Existe además una erosión del paredón de concreto”, explicó Rosas.

Consultar a los vecinos de los desarrollos habitacionales Vanessa y Ardentía fue infructuoso. En ningún caso las juntas de condominio de ambos edificios aceptaron conversar sobre lo ocurrido, tampoco del presente.

“El progresivo derrumbe del cerro ejerce presión y se convierte en una amenaza”


La corredora inmobiliaria Stefanía Méndez, considera que la desvalorización de la propiedad es un factor a tomar en cuenta si ocurre una invasión, si el inmueble resulta afectado físicamente, si un evento natural impide la normalidad del hábitat.

“Cualquier condición perjudicial modificará  irremediablemente el precio.  Si una zona netamente residencial es tomada sin control para uso comercial, ese impacto será positivo o negativo  en la medida en que las municipalidades tomen decisiones oportunas”.

Méndez, agrega que de haber condiciones que atentan contra la estabilidad física de la vivienda, de la familia, si existen riesgos por daños vandálicos o peligros sísmicos se depreciará el valor de una propiedad.

“Ahora, si los entes gubernamentales garantizan a los propietarios de  terrenos y viviendas lo que ameritan en sus servicios, obviamente adquieren un valor urbanístico”.

El concejal Javier Gutiérrez, presidente de la Cámara del Municipio Simón Bolívar (Barcelona) puntualizó que ante esta instancia no existe ninguna denuncia vecinal sobre irregularidades en la zona residencial o comercial aledaña al Cerro Venezuela.

“Tenemos un decreto de resguardo del Cerro Venezuela”, subrayó Gutiérrez en referencia al N°37 emanado del Ejecutivo regional en el año 2009, en el cual se declaró el área como monumento natural y se ordenó su preservación.

“Esta resolución legal impide que cualquiera construya en esta zona, a menos que cumpla con una serie de parámetros de la Ordenanza creada por la cámara en 2011. En este texto se ordena que debe haber un retiro de 50 metros de la vialidad y debe preservarse la arborización, entre otras”.

“El Cerro Venezuela y sus talud no soportan una lluvia intensa”

Rubens Cazorla, director de Planeamiento Urbano en Lechería, señaló que han solicitado a la Cámara Municipal la Ordenanza que regule las áreas y las construcciones en el Cerro Venezuela.

“Es un texto legal que está solicitando el Ministerio del Ambiente, instancia que nos ha remitido oficios con respecto a este tema. Sin esta Ordenanza no se pueden tomar decisiones sobre lo que está decretado como parque metropolitano y las áreas que permitirían construcciones. Quienes tienen terrenos en la zona desean edificar y se ven de manos atadas”.

Cazorla acotó que la solicitud al poder legislativo local tiene bastante tiempo, “desde el año pasado”, recordó.

A criterio de Elsy Mata, abogada y presidenta de la Fundación Ecológica Armonía Global, es imperante que las autoridades tomen medidas que preserven este ecosistema, por cuanto se trata de un termorregulador ambiental.

“El decreto vigente que protege este ecosistema no es una figura jurídica en la que tenga facultad el gobernador, sino el Presidente de la República, pero que hubo que sacarlo porque existía una situación de intereses entre entes públicos y vecinos a raíz de lo acontecido en 2010”.

Mata recriminó la falta de claridad en cuanto a qué empresa socavó el terreno en el Cerro Venezuela. “Alertamos a las autoridades a la realización de terrazas que eviten un posible deslave  y perjudique a los habitantes de los conjuntos residenciales que colindan con el Cerro Venezuela a la altura del sector Colinas del Neverí. El Cerro Venezuela y sus talud no soportan una lluvia intensa”.

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