José Ángel Borrego.- Existe una “riada de ingenuidad” que
ha inundado al país y a sus líderes. Pongamos que usted tiene un vecino que sin
ser su enemigo ni meterse en su casa fabrica bombas en el patio de la suya.
Artilugios que él cree controlar pero que si eventualmente explotaran la
tragedia sería de antología.
¿Es o no ese señor una amenaza para usted y su
familia? Pero si además ese señor reúne en su casa un grupo de personas que
entra y sale con sacos extraños que luego desaparecen en “paraísos” fiscales
(remember Antonini) y descubre usted que es dinero suyo (porque es de todos los
venezolanos) y que al robárselo, su vecino impide el abastecimiento de
alimentos y medicinas; que existan mejores cuerpos policiales y que no haya
inversión para mejorar el perfil de su ciudad, ¿no atenta ese señor contra sus
finanzas públicas?