Leandro Area.- Con un régimen así de anacrónico,
que dura ya 15 años, todos los días sorprendido “in fraganti” en tropelías,
desmanes y escándalos sin que nada ocurra mientras todo esto pasa; que se
amuralla en la impunidad que le otorgan los poderes impúblicos; que posee
un expediente mafioso en conteo de votos
y manejo de la res publica concebida en traducción equivocada a su favor como
carne ofrecida a la parrilla, y que
administra la escasez de los demás justificándola en una
supuesta, otra vez, guerra económica, qué se puede esperar. Súmese a ello la inconclusa y pendiente nacionalidad del
que dice llamarse Presidente Constitucional de la República Bolivariana de
Venezuela y encontraremos un panorama
desolador.