CIFRAS.-Anzoátegui es uno de los estados
donde se especula con mayor saña. No ahora. Ese ha sido un comportamiento de
toda la vida. Puerto La Cruz fue catalogada como la ciudad más cara del país
junto a Puerto Ordaz y por encima, ambas, de Caracas. Nunca, ninguna autoridad
le ha puesto empeño a combatir este corrosivo flagelo. Nunca y sin excepción.
Ni antes ni ahora. Ni gobiernos regionales y menos municipales. Los gerentes
oficiales son ciegos ante el abuso comercial. La cosa hoy es más seria y
perjudica mayormente a quien menos tiene. Los grandes especuladores son los
pequeños expendedores de cualquier-cosa en recintos dispuestos específicamente
para abaratar la comida del pueblo: los mercados. Igual hacen los buhoneros. Al
lado de la policía, de la guardia nacional y de algún fiscal de Indepabis
comercializan productos regulados al precio que los obliga su necesidad de
ganarse unos churupos. Elías Eljuri los incluye en su estadística como
trabajadores. Uno de ellos argumentó que paga un taxi para ir a Macro, compra
ciertos productos que vende al doble de la regulación y con eso obtiene una
utilidad neta de unos 200 bolívares…ese día. Con ellos come. No sabe si al día
siguiente habrá algo que valga la pena en Macro. Igual se cala tres horas de
cola para comprar seis kilos de harina Pan. La vende al triple y logra menos de
los 200 bolívares. Se trata de una realidad social que no se tapa con la
“brillante idea” del general Rodríguez Torres de sacar a la Fuerza Armada a la
calle.