Desde las 4 de la mañana los usuarios llegan para intentar estar de
primeros en la la larga fila. Hay varios vendedores que hacen más cómoda
la espera, pero no es gratis.
El Tiempo.- Las colas parecen interminables en las
aceras de las calles Freites y Maturín, en el Casco Central de
Barcelona.Son ciudadanos que esperan entrar al Registro Principal del
estado Anzoátegui, que queda en esa cuadra.
Desde las 4 de la
mañana los usuarios llegan para intentar estar de primeros en la la
larga fila. Hay varios vendedores que hacen más cómoda la espera, pero
no es gratis.
Alquilan bancos de plástico por cinco bolívares, pero que tienen que devolver cuando esta oficina pública abre sus puertas.
“Es un negocio redondo”, comentó Laura Marchán el martes pasado, mientras esperaba a que su mamá saliera de realizar un trámite.
Contó que ellos conocen mejor que nadie todo lo que se hace allí dentro y por dar información piden su comisión.
El registrador, abogado Luis Simón Jiménez Rodríguez, ratificó lo que los usuarios decían.
“Yo
soy el primero que se queja del abuso que cometen esos delincuentes.
Porque eso es lo que son. Yo envié un documento para denunciar a esa
gente y espero la respuesta”.
Eso lo dice en contra de los
comerciantes informales. Así como unos se quejan, otros agradecen a esas
personas porque catalogan a los funcionarios del Servicio Autónomo de
Registros y Notarías (Saren) como “chupeticas de ajo” y a los buhoneros
como simpáticos y amables.
Horario de atención