domingo, 3 de marzo de 2013

“Está claro que aquí no se está construyendo el socialismo”

Pedro Eusse, secretario nacional sindical del PCV, asevera que voceros de la oposición rechazan toda medida del Gobierno, sea buena, regular o mala.
Caracas.- - El pueblo chavista expresó su alegría por el regreso de Chávez lanzándose a las calles como si se tratara de un año nuevo, en tanto la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) acusó al gobierno de “armar un espectáculo” con el suceso. ¿Quién tuvo la razón, la calle o la MUD?
 -La oposición insiste en su plan de frenar a toda costa el avance del proceso de cambios, golpeando sus  dos fortalezas más importantes: el liderazgo del presidente Chávez y la voluntad del pueblo venezolano de apoyar firmemente este   proceso, independientemente de lo que está sucediendo y de lo que  pueda suceder, porque no sabemos qué puede suceder.
-Diego Arria dijo que “es vergonzoso que al presidente lo hayan ingresado en el país como un contrabando”.
 -¿Qué es eso? Esa afirmación es una estupidez. Son ganas de hablar tonterías.
-La reacción de Julio Borges fue terminante: “Presidente, solicito que revierta el ´paquetazo´ y su garrotazo económico”. ¿Va por camino sensato esa petición?
-Bueno, esos voceros de la oposición rechazan toda medida del gobierno, sea buena, regular o mala.
-Y a los comunistas les parece la devaluación ¿Buena, regular o mala?
-El Partido Comunista de Venezuela (PCV), a través de su buró político, está en el proceso de análisis de esta medida. De momento, hemos visto que la devaluación era inevitable. Pero vayamos más allá ¿inevitable por qué? Porque la estructura del país sigue siendo, esencialmente, la misma del pasado. Es decir, Venezuela sigue siendo una economía capitalista, rentista y dependiente. ¿En que se manifiesta? En que el país sigue siendo monoexportador y multiimportador. Dicho esto, reconocemos que el presidente Chávez ha desarrollado una política para diversificar las relaciones económicas internacionales y eso es un hecho muy importante. Sin embargo, uno de los grandes desafíos que tiene por delante la revolución bolivariana es crear una economía productiva que nos permita conquistar soberanía industrial y eso, desde el punto de vista de los comunistas, hay que asumirlo dándole protagonismo a la clase trabajadora.
-Aunque  los comunistas reconocen los esfuerzos para diversificar los mercados externos, tanto de a quien   vendemos como a quien  le compramos, es claro que todavía Venezuela es abrumadoramente dependiente del exterior. ¿Esta no sería una confesión del tremendo fracaso económico de la revolución bolivariana?
-Primero, no lo puedo confesar por el gobierno porque no somos parte del gobierno. Lo que decimos es que es una tarea pendiente desde el punto de vista estratégico.
-Pero si es una tarea pendiente es que no se ha realizado. Y después de 14  años en el gobierno sin realizar una tarea tan estratégica ¿cómo no admitir que se ha fracasado?
-Nosotros no hablamos de fracaso sino de un hecho real: este proceso necesita que los sectores sociales y políticos más comprometidos con el objetivo de la liberación nacional y la construcción del socialismo, tengamos mucha más fuerza para determinar el rumbo, la velocidad y la profundidad de los cambios. Y por eso reivindicamos el papel histórico de la clase obrera. En este gobierno hay sectores que están jugando a que no conquistemos más soberanía productiva, sino que continuemos dependiendo, y cada vez más, de la importación porque es un gran negocio.
-¿No es una tarea revolucionaria denunciar concretamente a quienes trabajan para que seamos cada vez más importadores?
-Bueno, es una cuestión compleja porque a veces es difícil individualizar el problema pero habría que meterle la lupa a algunos administradores de empresas nacionalizadas como las del cemento, que no sólo bajaron la producción sino que cometen graves violaciones a los derechos de los trabajadores. Agreguemos a Petrocasa, Agropatria y las empresas básicas de Guayana que están en situación muy crítica porque reproducen las relaciones capitalistas de producción con  prácticas autoritarias, elitistas y corruptas, sin promover el control obrero y social sobre los procesos productivos. Entonces ¿cómo se puede hablar de que se está construyendo el socialismo si se mantienen los esquemas propios del capitalismo?  Está claro que aquí no se está construyendo el socialismo.
-Y si la amarga conclusión de los comunistas es esa ¿cómo es que apoyan a Chávez?
-Bueno, porque es expresión de la resistencia antiimperialista del pueblo venezolano y de los pueblos de América Latina y el Caribe, y aunque es verdad que el socialismo no se está construyendo porque todavía no hay la correlación de fuerzas necesaria para construirlo, sí se han venido produciendo cambios dirigidos a que Venezuela actúe con independencia frente a las imposiciones del imperialismo norteamericano.  Incluso la conciencia política del pueblo venezolano se ha incrementado gracias a este proceso de cambios y, particularmente, por los mensajes, orientaciones y reflexiones del presidente Chávez.
-Tras la devaluación, el pueblo teme que el próximo paso sea el aumento de la gasolina. Por supuesto, es digno del libro Guinnes de Records que la gasolina en Venezuela sea la más barata del mundo: en febrero de 1999 el precio de la gasolina de mayor octanaje equivalía a 16 centavos de dólar por litro. Hoy el mismo litro vale 1 centavo de dólar debido a las devaluaciones. ¿El PCV está a favor de subir el precio este mismo año? El primer vicepresidente del Psuv, Diosdado Cabello, llamó a debatir en la calle este tema
-Estamos de acuerdo con que el pueblo venezolano debata cualquier aspecto de la economía nacional, incluyendo el aumento de la gasolina. Es normal que haya algún tipo de temor en sectores populares ante la perspectiva de una subida porque se recuerdan los efectos del paquete neoliberal de 1989, que incluyó el aumento del precio de los combustibles. Si se va a evaluar una medida de este tipo, tiene que ser en el marco de un conjunto de acciones dirigidas a fortalecer la capacidad productiva nacional y, por supuesto, el empleo. Si un gobierno progresista, como éste, llegara a decidir una progresiva eliminación del subsidio a algunos combustibles, no tendrían porqué impactarse los precios del transporte público.
-¿Se niega usted a llamar “paquetazo rojo” la devaluación del bolívar?
-Claro, porque es una expresión de la derecha neoliberal para tratar de hacer creer que este gobierno es igual al que ellos hicieron en el pasado, y eso no es cierto -más allá de la opiniones críticas y propositivas del PCV. Esas son ganas de echar vaina.
-La gente puede pensar que, puesto que la devaluación fue del 46 %, los precios de todos los productos subirán en igual proporción. ¿Es esto lógico y permisible?
-No
-¿Por qué?
-Porque, primero, muchos de los productos que están en el mercado -sólo aquellos que fueron importados o con componentes importados- fueron adquiridos con dólares a 4.30. Pero además de eso, está previsto que quienes hayan solicitado dólares tres meses antes del 13 de febrero, recibirán dólares a 4.30.  Y hay otra realidad: hay una cantidad de bienes que no tienen componentes importados y no se justificaría ningún incremento. Lo que si es cierto es que hay muchos especuladores que se están aprovechando de la situación para producir incrementos abusivos en los precios. Por eso es fundamental fortalecer el sistema de controles sobre estructuras de costos, tasas de ganancia y precios finales con la participación del pueblo.
-El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, aseveró que “la incertidumbre sobre posibles elecciones permanece intacta, pese al regreso de Chávez”. Al mismo tiempo, José Vicente Rangel expresó que en el supuesto caso que se realizaran nuevas elecciones presidenciales, el 50% de los venezolanos votarían por Nicolás Maduro y 36% por Henrique Capriles, según el más reciente  reporte de la encuestadora Hinterlaces. ¿El hecho de haber mandado a hacer esa encuesta no indica que Chávez no volverá a la Presidencia?
-Esa es una posibilidad pero para los comunistas, hasta que  haya una declaración de ausencia absoluta, el presidente es Hugo Chávez.
-¿Aunque el caminar de la revolución bolivariana sea cojitranco, ustedes la seguirán apoyando?
-No es que apoyamos la revolución bolivariana. Es que somos parte de ella.
-Pero es que, como no están en el gobierno...
-El proceso revolucionario no es sólo el gobierno. El proceso revolucionario es, fundamentalmente, de las masas populares, la clase trabajadora, el campesinado, la intelectualidad revolucionaria, los jóvenes, es de todos aquellos que luchan por cambiar este país. Y eso no comenzó en 1999. Lo que se inició aquel año fue apenas una nueva etapa del proceso revolucionario.
Sutrapetrorinoco en la mira                         

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