El análisis político en un país de
bellacos es cenagoso. Cualquier análisis exige una sintomatología lógica para
atarle cabos. En la
Venezuela actual todo semeja un mundo bizarro. Pensando en la
designación de los candidatos para gobernador en el PSUV el frito se torna
chicharronero porque todo dependerá de los resultados del 7-10. Si Chávez no
gana es bien probable que el partido se encochine. Maduro no acatará a Diosdado
como líder y viceversa.
Habrá cuadres, crematísticos unos e ideológicos otros,
aun en un partido que carece de ideología. ¿Se aplicará lo de chequera mata
galán? Allí Diosdado lleva una morena. ¿Entenderá el chavismo medio que en tal
intersticio se juega la vida del chavismo? En ese caso podría triunfar Maduro.
Dentro de esa lógica Tarek no será candidato. Ni Diosdado ni Maduro lo tragan.
Si Chávez triunfa se verá obligado a pensarlo muy bien porque su gane sería por
mínimo margen. No podrá darse el lujo de inventar pero le resbalan las
gobernaciones. Aun así esa es la única posibilidad de Tarek. Este modesto
tecleador de PCs insiste en que Tarek es la mejor opción de Chávez.
El
gobernador posee “razones de peso” que otro candidato deberá inventar. Chávez no
será portaviones pero podrá castrar a mandatarios no afines, como hizo con la Alcaldía Mayor de Caracas. Con
Chávez en Miraflores los gobernadores son jarrones chinos. Especialmente
aquellos del PSUV.
Tarek, en medio de la fria soledad poetica que lo envuelve. |