Usurpando la bitácora del Gabo para
ahorrar todo esfuerzo mental utilizamos el título de su novela referida a los
últimos meses de El Libertador (solo hay uno) para definir de alguna manera la
errática actuación del Presidente en función de candidato presidencial en
recientes datas: Embestir diariamente contra Capriles genera dividendos para el
opositor. Quienes estaban indecisos se preguntan la razón de tanta agresión contra
quien solo lo acorrala con propuestas serias.
Responderle al periodista de
Univisión con el típico argumento de quien carece de argumento fue un craso
error que solo la soberbia pudo compulsar. Postular “dedocráticamente” a
Maduro, Diosdado, Jaua, El Aisammi, Mata Figueroa y Rangel Gómez, no solo sin
consultar a sus bases sino sin cotejar siquiera la conveniencia electoral de
sus propuestas. “Revisar” a posteriori designaciones sobre candidatos inscritos
por él mismo y recibir vivos rechazos del que fuera su pueblo. Reiterar
ofertas, algunas de las cuales tienen más de 14 años. Y variopintas erratas
diarias que se observan en sus cadenas, también diarias (y también otro error)
hablan de la desesperación de un hombre por evitar el derrumbe del castillo de
arena que pretendió implantar como “imperio del terror” cual método de gobierno
y que patalea para que su obra maestra, el PSUV, no se diluya como humo al
contacto con la brisa, o lo que es peor, con el ventarrón que (sabe) le viene
encima el 7 de octubre.