José Ángel Borrego.- Cuando Maduro y pocos otros viajaban
a La Habana
dizque para conversar con Chávez, par de días antes del último
retorno del Presidente al país, recibimos un mensaje que pasamos por debajo de
la mesa por intuirlo exagerado. El remitente asegura que en esa última ocasión
en que Maduro estuvo en Cuba los familiares del Presidente que lo acompañaron
en su convalecencia, junto a un hermano de Chávez que viajó en esa ocasión, presionaron
a Maduro para lograr un “pacto de caballeros” que aun respetando la última voluntad
del caudillo referida a Nicolás Maduro, garantizara prestancia a los Chávez en
el sexenio iniciado. Se decidió en ese momento la designación de Jorge Arreaza
(en la gráfica) yerno del Presidente Chávez, como nuevo Vicepresidente y se
asegura que las hijas del Presidente anotaron diversas otras exigencias que
deberán irse cumpliendo paulatina pero taxativamente, entre las cuales destaca
ofrecer la máxima preeminencia a uno de los hermanos Chávez (Adán o Argenis)
para que emerja como posible presidenciable por encima de Diosdado en el 2018.
Para ello, asegura nuestra fuente, Maduro asumió el compromiso de lograr el
control del PSUV una vez juramentado para debilitar los flancos del presidente
de la AN. Y
algunas otras acciones, entre ellas militares, para evadir el cerco que tiene
Diosdado con 38 de los 45 generales de brigada actuales, compañeros suyos de
promoción y ascendidos gracias a él. Ergo: aliados del monaguense. Hay otros
intersticios en la información que deberían revelarse en el curso de estos días
como la obligación asumida por los Chávez de defender a Maduro contra las
suspicacias relacionadas con los últimos días del Presidente y posibles cambios
en PDVSA.