Mafias en los hospitales: en estas mafias encontramos los que se la pasan remodelando hospitales y nunca los terminan de arreglar.
Julio Borges
Desde Caracas.- Considero importante realizar un repaso de las mafias que predominan en el gobierno venezolano, ya que nos ayuda a entender no sólo la naturaleza amoral de los que nos pretenden gobernar eternamente, sino el peligro que representa la intención chavista de adueñarse de todos los procesos productivos en el país.
Durante mucho tiempo lo han demostrado, con expropiaciones, con el control absoluto de los poderes del Estado, con el tráfico de armas y sustancias estupefacientes que durante este tiempo han permitido en las cárceles y con escándalos como el de Pdval y los alimentos podridos o recientemnete con el de las cabillas.
Mafia alimentaria: está fresco en la memoria de los venezolanos el escándalo de Pudreval, por el que se perdieron 110 millones de kilos de alimentos.
¡Un crimen de Lesa Humanidad! ¿Qué ha pasado con la investigación del caso? Apresaron a una persona, seguramente muy bien atendida, y no tienen ninguna prisa en realizar un juicio imparcial ni realizar una investigación profunda.Mafia cambiaria: es un secreto a voces que funcionarios del gobierno facilitan la obtención de dólares preferenciales a ciertas empresas, a cambio de jugosas comisiones. Sin embargo, se hacen listas de ciudadanos comunes y corrientes que han sido sancionados por comprar dólares y hacer negocios con sus cupos de Cadivi.
Mafia de la cabilla y el cemento: este es el escándalo más reciente. Un grupo muy ligado a la Gobernación del estado Bolívar se encargaba de la colocación de las pocas cabillas que se producen en el país, logrando comisiones tan escandalosas, que en algunos casos duplican el precio recibido por Sidor.
Mafias penitenciarias: en estas mafias participan guardias nacionales, funcionarios de las prisiones, policías, jueces y un larguísimo etcétera, todos traficantes de la miseria humana. Vendedores de armas, de drogas, tráfico de influencia para la movilización de recluso. El menú de delitos es gravísimo y variado.
La Fiscalía General de la República ha dado un paso al ordenar la detención de algunos personajes, pero falta mucho para que se ganen la confianza del país decente. Sorprende que estos funcionarios que han sido detenidos cuentan abiertamente cómo funcionan las mafias dentro de las cárceles y cómo los presos de El Rodeo son un ejército armado con armas de guerra.
Mafias en los hospitales: en estas mafias encontramos los que se la pasan remodelando hospitales y nunca los terminan de arreglar. También están aquellos que se dedican a robar medicinas y equipos para revenderlos a otra gente.
Mafia del contrabando de combustible en la frontera: una maraña de corrupción gira en torno al contrabando de combustible desde Venezuela hacia Colombia.
¿Es este el país que queremos para nuestros hijos? Estoy seguro que una mayoría dice NO! y lo repetirá con fuerza en 2012.
En Primero Justicia tenemos la convicción de que Venezuela puede cambiar y caminar por la vía del progreso y la justicia.
Para ello es necesario que todos los venezolanos nos unamos y concertemos acerca del país que queremos. Los venezolanos queremos vivir en paz, en democracia, en un país donde se respete la propiedad privada y haya empleo y oportunidades para todos por igual.
El cambio del país va más allá y para ello debemos cambiar nuestra historia en 2012. Esta decisión pasa por evaluar dos caminos, uno en el que prevalezcan y se profundicen estas mafias y el otro con el país encaminado hacia la justicia.
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Un guaro que se convirtió en chavista desde que llegó a un puesto gubernamental en Anzoátegui; un ex sindicalista magisterial adeco que ahora engrosa las filas del PSUV; un ex diputado regional pepetista y ex abogado del ex gobernador Alexis Rosas que ha “azotado” a CEMEX y a las empresas básicas de Guayana; y un individuo de apellido Rondón. Todos con pasado escuálido y ahora con un “amo y señor” que los ha infiltrado entre los camaradas del PSUV, con el propósito de sabotear al vicepresidente Diosdado Cabello, a quien el “infiltrador” se las ha jurado. Uno de los pocos incondicionales al camarada Cabello es Juan Rodríguez.
Sobre todo por el hecho de que veníamos de dos fines de semana extralargos derivados de los calendarios expuestos al imprudente criterio gubernamental. De manera que gracias al gobernador Saab se perdió otro día completo, un lunes necesario para tantas cosas, porque este burócrata endiosado hace con el estado lo que le viene en gana. Ignoro, por obvio, si dentro del chavismo pensante hay alguien que transmita estos yerros hasta la cúpula gubernamental. Debería haberlo. Debería existir una especie de contralor social dedicado a vigilar las excentricidades de los altos funcionarios. Y tendría el señor Presidente que hacer una amonestación por lo menos que ofrezca una satisfacción moral a los empresarios que por obra y “gracia” de su representante en esta jurisdicción dejaron de producir un día entero y que aun así (santamarías abajo) deberán pagar el salario que Saab obsequió a los trabajadores. 
Porque el Presidente mantiene la arenga del esfuerzo para incrementar la producción, pero con amigos así no necesita enemigos. La derrota que recibió el PSUV el 26-S en Anzoátegui es atribuible en gran parte a la manera autocrática como se ejerce el gobierno regional y por ese camino la oposición no necesitará ni hacer campaña.
¡Un crimen de Lesa Humanidad! ¿Qué ha pasado con la investigación del caso? Apresaron a una persona, seguramente muy bien atendida, y no tienen ninguna prisa en realizar un juicio imparcial ni realizar una investigación profunda.
Mafias en los hospitales: en estas mafias encontramos los que se la pasan remodelando hospitales y nunca los terminan de arreglar. También están aquellos que se dedican a robar medicinas y equipos para revenderlos a otra gente.
Mafia del contrabando de combustible en la frontera: una maraña de corrupción gira en torno al contrabando de combustible desde Venezuela hacia Colombia.
En algunos de estos se objeta al ex-director general del ayuntamiento Lenin Rondón por supuestamente ejercer un desmedido control sobre la clínica municipal porteña y por presuntamente mostrar signos de riqueza en medio de su paso por distintos cargos dentro del gobierno municipal. 
En otros comentarios se cuestiona a la administradora de la alcaldía Yuri Ruiz por el presunto manejo de los recursos a capricho y por no ponerle coto a supuestos “gestores” que exigirían altas comisiones a proveedores y contratistas para gestionar pagos. Se fustiga también el hecho que funcionarios de la policía municipal lleven alrededor de 5 meses sin cobrar sus cestatickets, lo que estaría siendo caldo de cultivo para que algunos policías incurran en el denominado “matraqueo”.
Se critica que varios sindicatos coexistan dentro de la alcaldía y que en algunas direcciones se presenten supuestas situaciones anárquicas. 
